Apenas fue un resbalón. Crucero no repitió el nivel de actuaciones anteriores, fue sorprendido por el planteo de su rival y sólo empató 0-0 con Sarmiento. Resignó sus primeros puntos como local pero se mantiene en puestos de ascenso (Foto: Sixto Fariña)
Fue una mala tarde. Una de esas que nunca faltan. Y que pueden darse, y mejor si se dan ahora, cuando no se juega como se espera.
Luego de tres buenas presentaciones (con triunfos incluido) en Santa Inés, Crucero resignó ayer sus primeros puntos como local en la B Nacional, al igualar 0-0 con Sarmiento de Junín en uno de los partidos válidos por la 9ª fecha de la zona B.
El Colectivero, que venía de ganarle nada menos que a Huracán como visitante, no pudo repetir actuaciones anteriores, por momentos fue superado futbolísticamente y cosechó su primer empate en la temporada. No obstante, llegó a los 13 puntos y se mantiene en puestos de ascenso a Primera.
Sarmiento, tal vez necesitado de sumar puntos, mostró en cancha mucho más de lo que indican sus números en la tabla. Lejos de replegarse y apostar a la contra, el equipo juninense tomó la determinación en el primer tiempo y de la mano de la mano de Nicolás Sánchez arrimó constante peligro al área misionera.
El conjunto visitante sacó rédito de la velocidad y movilidad de sus mediocampistas y, ayudado por la floja tarde que tuvieron Olmedo y Nievas Escobar en el círculo central, empezó a manejar el desarrollo desde el mediocampo. Y así tuvo un par de visitas importantes al arco de Tito Caffa. Rápidamente, a los 3’, Renzo Spinaci intentó un violento remate que tapó bien el uno, y minutos más tarde fue el propio Sánchez, lo mejor de la visita, el que entrando al área sacó un derechazo bajo que controló bien el uno en el primer palo.
Crucero, a diferencia de partidos anteriores, no fue aquel equipo vertical y vertiginoso, quizás atado por la inesperada propuesta del visitante. Cólzera no estuvo fino con la pelota, Torres no fue la salida esperada por derecha y sólo el encarador Martínez mostró cierto desequilibrio por la izquierda.
Pero el equipo de Lippi evidenció mayores atributos. Ganó las segundas pelotas y también tuvo preponderancia en el juego aéreo. Sin embargo, esa leve superioridad no le alcanzó para romper el cero, aunque sí para sembrar preocupación en el cuerpo técnico de Schurrer de cara al complemento.
A las 18.15, cuando comenzó el segundo periodo, se encendieron las luces del Andrés Guacurarí pero no las lamparitas de los ‘creativos’ del local. Sarmiento, con los artilugios ya mencionados, fue más preciso y perspicaz con la pelota en los pies, mientras que el dueño de casa por momentos abusó de las individualidades y estuvo falto de sorpresa.
Se vio entonces un desarrollo repartido, parejo en tenencia de pelota, pero en el que un equipo, la visita, ofreció ideas más claras.
Para intentar torcer el rumbo, Schurrer flexibilizó el 4-4-2, y a partir del 4-3-1-2 (Martínez unos metros más adelante y Cólzera de conductor) provocó abrir surcos que tampoco pudieron abrirse.
Sarmiento respetó a rajatabla el guión de Lippi porque, a decir verdad, no tenía motivos para deshacerse de él. Pero la gente empezó a empujar desde las tribunas, los jugadores se contagiaron adentro y con más intenciones que buenas decisiones se fueron acercando a un muy tranquilo Ischuk.
A falta de 10’ para el final, Tarrito Pérez fue correctamente expulsado y entonces sí, el técnico dejó de lado cualquier proyecto ambicioso para sostener el punto que, si bien no reconforta, al menos permite mantener la diferencia de puntos con un rival que también tiene pretensiones de ascenso.
Fuente: Gustavo Hollmann, El Territorio.
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