Oberá pegó primero. En un entretenido partido, la selección femenina de la Liga Obereña de Fútbol venció a su par de la Liga Posadeña por 2-0 con goles de Débora Rodríguez y Mariangeles Kuz por la ida de la eliminatoria provincial camino al Regional. Posadas desperdició un penal que podría haber sido el empate transitorio. La revancha, el próximo finde en Posadas.
Posadas supo sortear los nervios de la ocasión y arrancó mejor que el local. El seleccionado dirigido por Karina Domínguez y Juan Balmaceda tuvo mayor posesión del balón e inclinó un poco la cancha a su favor, ya que el juego se desarrolló más tiempo en campo del local.
Pero la visita no pudo plasmar esa supremacía en el marcador. Todas las situaciones que podrían generar algo de peligro eran bien resueltas por la última línea de Oberá o se encontraban con la arquera, Melisa Wegner. Así las cosas, los primeros 35 minutos terminaron en cero.
En el segundo tiempo, Oberá golpeó en los momentos justos. Iban siete minutos cuando Débora Rodríguez, que había ingresado minutos antes por Mara Hengemühler, anticipó un pase, corrió en soledad desde mitad de cancha y sacó un excelente remate que fue imposible de atajar para Laura Ávalos. 1-0 para el local.
Con el gol, Oberá logró equilibrar el partido. Podría haber durado poco: a los 17, el referí Jorge Zerbín marcó penal para Posadas. Guadalupe Díaz se hizo cargo del remate pero Wegner la esperó y atajó el tiro que podría haber sido el empate transitorio. Tras ello, Posadas acusó el golpe, el bajón repercutió en su juego y ya no generó chances claras.
Con ese panorama, Oberá se agrandó y fue por más. Y lo consiguió. Cuando iban tres minutos de adición, Mariangeles Kuz desbordó por la izquierda, casi en la línea final y le dio muy bien a la pelota para superar a Ávalos que ya no tenía mucho más por hacer. 2-0 y festejo para las locales.
Posadas se fue con un gusto amargo por las situaciones desperdiciadas. Todavía faltan 90 minutos en los que el equipo de la Liga Posadeña debe hacer dos goles para forzar penales. Fue un golpe interior.
Fuente: Primera Edición.
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