Nada hacía presagiar un final así. Si bien durante el partido hubo alguna que otra pierna fuerte, lo del final fue lamentable.
El entrenador de Sol de América, Gustavo Pintos, abrió uno de los portones que da al túnel que va a los vestuarios y dejó ingresar al público local.
La policía formoseña tuvo que intervenir para que no haya agresiones y sacar a los hinchas formoseños. Lamentable.
Fuente: El Territorio.
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