Lo que el virus se llevó

Lo que el virus se llevó

La Academia Evolución cerró sus puertas tras suspender las clases por el aislamiento social. Luciana Pires, ganadora de la última Fiesta del Deporte, era una de sus alumnas (Foto Primera Edición)

La pandemia de coronavirus llegó y causó estragos a su paso. En todos los ámbitos. Con el aislamiento social, preventivo y obligatorio, a nivel deportivo cerraron gimnasios, academias y clubes. Muchos lograron aguantar el paso de la cuarentena, otros no pudieron y se vieron obligados a colocar el cartel de cerrado.
Ese el caso de la Academia Evolución de Gimnasia Artística, encabezada por la entrenadora Lourdes Giménez. En abril, imposibilitada de hacer frente a los gastos corrientes sin alumnas, tomó la decisión de cerrar por tiempo indefinido. “La idea es reabrir, pero en mejores condiciones”, aseguró la profesora.

La academia tenía a nueve gimnastas federadas en su staff, entre ellas Luciana Pires, la joven ganadora de la terna de Gimnasia Artística en la última Fiesta del Deporte Misionero de Primera Edición.

Después de un 2019 muy bueno, en febrero la academia había arrancado la pretemporada. La planificación incluía un trabajo casi exclusivo con el grupo de competencia, entre ellas Luciana, su hermana Juliana Pires y Constanza Kuschinski, tres de las alumnas federadas y con más proyección.

Las actividades eran en doble turno, con todas las fichas puestas en lo que se venía. “Aprovechamos que las chicas estaban sin clases para llegar mejor a los objetivos. El primer selectivo iba a ser en abril, ya habíamos empezado a trabajar en técnicas nuevas”, indicó Lourdes. A principios de marzo se fueron incorporando los nuevos chicos, “porque muchos en febrero están de vacaciones o porque los padres deciden mandarlos cuando se inician las clases en la escuela”.

A principios de marzo, la Academia Evolución contaba con 20 chicos, muchos de ellos nuevos y muy chiquitos, de 3 o 4 años; lejos de los casi 80 que cerraron el 2019. “No llegábamos a cubrir el total del alquiler y los servicios, en marzo llegamos con lo justo”, señaló Lourdes.

Para colmo, a mediados de marzo se decretó la cuarentena y hubo que cerrar de manera preventiva. Muchos profes se volcaron a las clases virtuales, pero Lourdes decidió que no podía optar por esa opción, puesto que sus alumnos “eran muy nuevos y muy chicos”.

Las chicas del grupo de competencia sí se llevaron a su casa un entrenamiento que debían seguir, pero “los padres me comentaban que tenían mucha carga de tareas y si bien al principio cumplían, había mucho estrés, por lo que corté con ese entrenamiento para que se alivianen”.

El aislamiento comenzó a mediados de marzo y para abril, la situación no tenía pinta de mejorar. Entonces, Lourdes decidió cerrar el gimnasio por tiempo indefinido, tras cuatro años de trabajo y con tres en competencia con chicas federadas.

“Al no tener ingresos, no iba a cubrir abril. En marzo, cubrí con gastos míos. No iba a poder sostener, iba a generar deudas”. La dueña del local entendió la situación y permitió finalizar el contrato únicamente con el abono de abril.

Las chicas le hicieron saber a Lourdes, con mensajes y llamados, lo tristes que se sentían por la situación, pero entendieron.

“Teníamos una proyección importante con Luciana Pires, el año pasado tuvo grandes logros en el Nacional, vino muy motivada y comenzó la pretemporada excelente. Venía rindiendo súper bien, sacando ejecuciones técnicas más complejas y preparándose para el nivel C2. Eso es lo que más me entristeció, porque es una nena talentosa”, dijo la profe sobre la ganadora de la Fiesta del Deporte.

 

Lo que el virus se llevó

Época de festejos. Luciana y la profe Lourdes, en diciembre último.

Por el momento está entrenando en su casa, sigue porque le gusta. No tiene definido si continuará en otro lugar. Sé que para ella es difícil porque es chiquita, tiene once años y está conmigo desde el principio. Cuando se genera ese vínculo con el entrenador es difícil ir a otro lugar, pero si es lo que a ella le gusta, le digo que trate de seguir y continuar con el deporte, que es sumamente importante”.

La mayoría de sus alumnas le avisaron que esperarán a su regreso para volver a entrenar con ella. “Yo les agradezco de corazón, porque esa es una huella que una deja, pero tienen que saber soltar. La idea es abrir pero en mejores condiciones, cuando pueda hacer frente a la inversión que significa y atender a todas las cuestiones de protocolo sanitario necesarias para este momento. Puede ser en dos meses como el año que viene”, indicó la entrenadora.

Por el momento, luego del cierre de la academia, Lourdes se está enfocando en un nuevo proyecto. Se unió con un colega de Apóstoles, con quien se encuentra armando un gimnasio que se centrará en el trabajo con atletas y deportistas casi exclusivamente, sin dejar de lado a los que se sumen con el objetivo de hacer algo de actividad física.

El centro de entrenamiento se encontrará en Apóstoles, pero la idea es abrir una sede en Posadas si comienza a rendir frutos. Aún con lo golpeado del 2020, Lourdes no pierde las esperanzas. “Ojalá que todo esto pase pronto, no tenemos que aflojar, que todo pasa por algo y hay que salir fortalecidos”, cerró.

Fuente: Primera Edición.

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