Era cuestión de tiempo, pudo haber sido unas semanas atrás, como también en la fecha pasada, pero el destino quiso que vuelva a ser Formosa el escenario de un nuevo descenso de Mandiyú. Unos años atrás dejó el por entonces Argentino B a Sportivo Patria, con un 3 a 1 que no admite ninguna discusión.
Así se puso fin a una temporada que será recordada no solo por el descenso, sino es el único responsable de esto, él armó esto y él mismo se encargó de desarmarlo, para terminar de esta manera, con Corrientes dejando un lugar en la que para hablar más en detalle del tema lo haremos más adelante, hoy nos ocuparemos puntualmente de lo que se perdió en Formosa, que va más allá de la derrota con Sportivo Patria.
Mandiyú llegó a este partido como esos enfermos terminales que sobreviven gracias a un respirador que le daba oxigeno para seguir semana tras semana con la agonía. A tal punto que se llegó a este partido ya sin margen de error, sabedor que lo único que lo podía mantener con vida hasta la última fecha era ganar y esperar que hoy no lo haga San Jorge cuando reciba a Gimnasia.
Pero Mandiyú, por sí mismo se encargó de que esto llegue a su fin sin tener que esperar lo que suceda esta noche en Tucumán. Es que ayer se vio a un equipo, que quizás llevado por los mismos nervios por lo que se estaba jugando, no mostró la misma actitud que venía teniendo hasta su presentación anterior, cuando se veía que pese a sus limitaciones, salía decidido a ir en busca de la victoria. Ayer ante Patria, mostró una faceta en primer tiempo hasta que se puso en ventaja, y mostró otra cara luego de que el equipo formoseño lo empatara. Fue como si allí hubiese terminado la historia, sin importar que aun quedaba por delante más de 40 minutos de juego.
Los nervios y la juventud de este plantel pudieron haber sido el determinador para que ello suceda.
Hubo casos puntuales, como los de Hernán Valenzuela o Carlos Arriola, o el mismo Pablo Retamar cuando le tocó ingresar en la segunda parte en lugar de Joel Badaró, que demostraron que no estaban a la altura de otras tardes, cuando se los vio dejar la “vida” en la cancha.
Lo de ello fue muy displicente y Mandiyú lo sintió, porque este plantel en los últimos tiempos era una cosa con Arriola en su plenitud y otra muy distinta cuando el saladeño se apaga; también este equipo necesitaba ayer que Valenzuela aporte algo más con sus proyecciones por el sector izquierdo y que Retamar gravite en la mitad de cancha y no se muestre como un jugador veterano caminando el terreno de juego.
Pero esto fue ayer, el día que se consumó el descenso, el día que se necesitaba ganar para prolongar aunque más no sea por unas horas la vida de este paciente terminal.
Las actitudes no se negocian, se dejan sobre el verde césped. Se puede tener limitaciones futbolísticas, pero que no falte entrega, porque en la adversidad es cuando uno debe hacerse más fuerte, y ayer no se vio ello.
Mandiyú salió a presionar a Patria. A los 5 minutos, Arriola desbordó por izquierda y metió el centro que Ariel Reinero no puso darle buena dirección. Luego fue Valenzuela el que apareció por ese mismo sector sacando un pase para Arriola, pero lo del volante terminó en las manos de Gastón Canuto.
Sportivo Patria recién arrimó peligro a los 18, con un desborde de Campos para Troche que cabeceó para que Arias se adueñe del balón.
Un par de minutos después fue Reinero el que de cabeza intentó pero lo suyo murió en las manos de Canuto.
Hasta que a los 29 minutos llegó la apertura del marcador, un pelotazo largo que Alberto Quevedo lo trajo al área chica para que Reinero solo definiera y pusiese a Mandiyú 1 a 0 arriba.
Alegría correntina en el Antonio Romero, es que por entonces se estaba logrando el objetivo, ese de ganar y esperar.
Antes de que finalice el primer tiempo, Arias se lució tapando un mano a mano a Tomás González. Con ello se fueron los 45 minutos iniciales, dejando una sensación de que se quería más de lo que se jugaba, porque los dos, por distintas razones necesitaban ganar, pero no hacían mucho por ello.
El segundo tiempo fue otra historia, porque fue como que Patria tomó conciencia de que ganando, y por una buena diferencia de goles, todavía podía aspirar a estar en la tercera fase del torneo. Entonces se adelantó más, y lo empujó a Mandiyú contra su área, Castro cortó con falta una jugada a pocos metros del área grande, casi en línea recta, Osvaldo Ramírez ejecutó y Arias que no pudo contener el balón, dio rebote para que Rodrigo Ramírez de cabeza ponga las cosas 1 a 1.
Un baldazo de agua fría para las ilusiones de Mandiyú, que intentó en un par de ocasiones ir en pos de la victoria, pero Reinero primero chocó con la buena reacción de Canuto para sacarle su cabezazo cuando éste se metía casi en el ángulo y luego le pegó mal al balón en una jugada que quedó sólo dentro del área chica.
Y como siempre, lo que desperdició Mandiyú lo capitalizó Patria con dos contras, primero por intermedio de Claudio Acosta y luego, a uno del final, Matías Romero le puso las cifras definitivas al partido.
Se terminó la historia para Mandiyú, queda un partido, ante Concepción en Corrientes, solo para completar con el fixture.
Fuente: diario Época.
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