Jugadores, dirigentes y árbitros llegaron este martes hasta el club Racing, en donde estaba previsto el inicio del torneo Apertura del futsal Fifa, que organiza la Liga Posadeña de Fútbol, pero para sorpresa de todos, desde el club de la Cantera se negaron a prestar las instalaciones para el desarrollo de los tres partidos programados.
Desilusionados todos debieron marcharse sin una explicación coherente, por parte de la dirigencia racinguista, de la razón de por qué el club no abrió sus puertas, pese a que algunos de esos equipos aportaron varios miles de pesos para poner en condiciones la cancha.
Esta situación se resolverá, casi con seguridad en los estrados judiciales, en donde la entidad liguista reclamara el resarcimiento económico, mientras que la dirigencia de Racing, que tiene hace un año su mandato cumplido, seguramente dirá que no hay nada escrito.
La historia parece no tener paz para el Futsal FIFA, donde nuevamente por conflictos con el Racing Club, el inicio de la actividad tuvo que ser suspendida.
Todo parecía indicar que la fecha se iba a disputar normalmente como lo hizo desde que se comenzó a jugar en ese escenario mejorado por la Liga Posadeña. Pero esta noche, cuando Pegoraro Motos y Frutas Barreto se presentaron a disputar el respectivo encuentro, pactado para las 21.30, solo recibieron malas noticias por parte del club de la cantera, que se negó a prestar las instalaciones. También debían jugar Don Atilio – Fibro Plástica y Barrio Del Lago y Guaraní.
De esta manera los choques programados para el jueves también fueron suspendidos. Los mismos serán reprogramados este jueves en la Reunión de delegados. En la oportunidad se comunicará si el futuro de la disciplina continúa en el Racing Club o se traslada a otro escenario, que posiblemente sea el Polideportivo El Zaimán. Mientras se evalúa conseguir otras instalaciones.
Antecedentes
Cabe recordar que en su momento, la Liga Posadeña y algunos clubes de la modalidad, aportaron dinero para poner en condiciones la cancha de básquetbol. Ampliación de la superficie del campo de juego y la pintura del mismo. Mientras que atrás de uno de los arcos, precisamente el que da hacia el centro de la ciudad, se levantó un muro perimetral de cuatro metros, para que el balón no pase a terreno de los vecinos, todo esto sumado al costo de la mano de obra.
Fuente: Liga Posadeña.
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