En la previa a su debut, un grupo de misioneros que lo vieron surgir al luchador misionero Eduardo Lovera estuvieron presentes en el entrenamiento en el Pabellón Asia del Parque Olímpico de los Juegos de la Juventud.
«Estamos acá acompañando y queremos que haga lo que sabe, sin presión», dijo su formador Adrián Báez, que disfrutó de ver a su «pichón» en la colchoneta.
El cubano Eric León, el head couch de la selección de lucha olímpica, adelantó que «Eduardo está bien, todo puede pasar porque todos los atletas clasificaron porque son los mejores en esto».
De acuerdo al programa oficial, Lovera debutará a las 10.05 ante Alexander Adiniwin (Islas Marshall).
“La verdad que la estoy pasando muy bien. El objetivo está claro y es llegar lo más alto del podio”, señaló el posadeño. Y añadió “son inexplicables las sensaciones, es un momento muy emotivo”.
En cuanto a su familia y la contención que está teniendo, dijo que ellos “están muy orgullosos y mañana (hoy) van a estar acá apoyándome. Además viene la delegación de Misiones y estoy muy agradecido que estén conmigo”.
La actividad de lucha olímpica se iniciará hoy a las 10 con la clasificación de los grupos en las distintas categorías, en el pabellón Asia del Parque Olímpico ubicado en Villa Soldati.
El misionero no estará solo, ya que tendrá la contención de su familia y entrenadores que lo formaron en Posadas, Adrián Báez y Fabiana Vidal, más el acompañamiento de Ricardo Báez la perla de la lucha del seleccionado nacional, que también reside en el Cenard, con Eduardo.
En mayo, el posadeño logró la única plaza que ocupará un misionero en estos Juegos. Esta clasificación se originó en el Panamericano que se realizó en Guatemala, donde participaron luchadores de todo el continente.
El misionero compitió en la categoría Grecorromana hasta 51 kilos y se alzó con la medalla de bronce, lo que le otorgó un lugar de privilegio bien ganado entre los mejores del planeta a nivel juvenil.
Si bien hace más de un año que Lovera reside en el Cenard, estas casi dos semanas serán imborrables pase lo que pase hoy en la colchoneta.
Desde que se inició en Posadas, su crecimiento siempre fue en alza desde los Juegos Evita, los Argentinos y hasta los topes en torneos internacionales en Europa, algo impensado tal vez para un adolescente pero su espíritu guerrero lo llevó hoy a vivir momentos únicos.
“Es un chico muy equilibrado, ordenado para luchar e inteligente, no ve a nadie por debajo suyo y lucha de igual a igual, sea quien sea su rival”, destacó su entrenador y quién lo formó en Posadas, Adrián Báez.
Además, para Báez, el posadeño de 16 años “tiene un futuro enorme en esta disciplina”.
Fuente: Roxana Ramírez, El Territorio.
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