Sin barreras para los sueños

Sin barreras para los sueños

Lucas alimenta a diario, y con esfuerzo, sus ilusiones de ser profesional (Foto El Territorio)

Los sueños son considerados los motores que impulsan a seguir y luchar por lo que se desea. Así, lo entiende Lucas Duarte (19), quien practica tenis adaptado desde hace dos años todos los días de la semana, y dice de forma muy segura que en un futuro no muy lejano le gustaría jugar en un nivel profesional.
El joven, que es el segundo de cuatro de hermanos de una familia compuesta en total por seis integrantes, padece de artrogriposis y pie bot, por lo que debe movilizarse en silla de ruedas.
En estos días, el tenista que vive en Garupá ultima los detalles para viajar a Buenos Aires, donde participará de una capacitación abierta que se dictará en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CeNARD) a todos los deportistas argentinos que padezcan de alguna discapacidad. Se trata de un evento importante para Lucas, ya que según expuso, lo ayudará “porque me dará más seguridad y experiencia”.

Sobre todo teniendo en cuenta que en octubre viajará a Brasil para participar -por primera vez- de dos competencias. La primera se desarrollará del 4 al 7 en Río de Janeiro y la segunda, en Florianópolis del 11 al 14.
En estos días, el joven junto a su entrenador, Edgar Fried, dedica varias horas de entrenamiento al día, ya que entiende que debe dar todo de sí para estar en un buen nivel deportivo. “Mi profesor recibió la invitación y decidió llevarme a competir”, dijo Lucas entusiasmado.
Llevar una vida deportista implica un gran esfuerzo, pero todo es más llevadero cuando se trata de cumplir el sueño y dar un paso más en la carrera deportiva. “Me preparo psicológica y deportivamente para este tipo de competencia, es mucho entrenamiento, estamos a full”, deslizó.
A la vez, añadió: “Con el profesor entrenamos unas tres horas por día, porque busco tener más seguridad y profesionalismo”.
Para llegar hasta la cancha Set Point, ubicada entre las avenidas Santa Catalina y Bustamente, el deportista aborda unos tres colectivos urbanos y la misma cantidad para retornar a su hogar. “En Garupá me tomó uno hasta la estación de transferencia de la Unam, de ahí otro hasta Quaranta y un tercero para llegar a la cancha”, enumeró.

Nadal, su motivador
En cuanto al amor por la raqueta, subrayó que nació “mirando los partidos del número uno, Rafael Nadal”.
En este punto, el joven deportista agradeció la oportunidad que le brinda su entrenador de practicar el deporte de sus amores.
Por último, Lucas detalló que tanto para viajar a la capacitación como para las competencia recibe el apoyo de su familia, el profesor Fried y el Ministerio de Deportes.

Fuente: El Territorio.

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