El primer paso, el más importante, ya está dado. Ayer, de la mano y la buena voluntad del profesor Eduardo Raffetto (presidente de la Asociación Argentina de Tenis para Ciegos) y como una iniciativa del Club Discapacitados Misiones, se generó el primer eslabón de una cadena que pretende finalizar con la creación de la primera escuela de tenis para ciegos en la provincia.
Fue a través de un seminario y taller vivencial, que tuvo una parte práctica y otra teórica, que se dio esta primera experiencia de tenis para ciegos en Misiones. Teniendo al equipo de fútbol para ciegos, Los Magos, como un ejemplo en la provincia, el Club Discapacitados Misiones pretende imitar esta iniciativa, pero desde un deporte individual como el tenis.
“Siempre que llevamos este nuevo deporte a una provincia la expectativa es muy grande. Se mueven muchos sentimientos, pero el más importante es la emoción. La idea es que llegue a la mayor cantidad de personas para que se replique”, destacó Raffetto.
“La emoción se produce porque los vemos hacer algo que no pensamos que pueden hacer. Eso es lo que tiene el tenis para ciegos; es un trabajo en equipo, pero es imposible de imaginarlo. Soy profesor de tenis hace más de 32 años y lo primero que les digo a mis alumnos es ‘mirá la pelota’. También es un deporte individual y eso les da muchos beneficios a las personas con discapacidad visual. Es un desafío personal, dependen de sí mismos. El objetivo es sacarlos del letargo”, aseguró.
En cuanto al procedimiento que utiliza para enseñar este deporte, el profesor oriundo de Buenos Aires remarcó que es prácticamente igual al tenis convencional.
“Las clases son casi como las convencionales. Se adapta para las circunstancias, pero básicamente es jugar al tenis. Se les enseña lo que es un saque, lo que es la volea, lo que es un drive”, ejemplificó.
Por otra parte, explicó que existe una necesidad grande por parte de las personas ciegas de tener alternativas en cuanto a los deportes y que el tenis es una muy buena propuesta. De todos modos, dijo que dependen mucho de las buenas voluntades ya que no existe un apoyo importante desde el Estado.
“Estas son clases gratuitas, porque este es un programa de voluntades. Si tuviésemos un apoyo del Estado esto es algo que ‘explota’. Porque hay muchísima gente que nos escribe y nos pide que lleguemos a más lugares, es algo que se puede hacer, pero el tema es cómo lo hacemos”, se preguntó.
“Hacer algo por el otro”
Uno de los impulsores de esta iniciativa es Mauricio Castillo, vicepresidente del club, quien al leer un informe de este matutino sobre discapacidad, puso manos a la obra para contar con la presencia del profesor Raffetto en la Tierra Colorada.
“Se me ocurrió la idea de traer al profesor después de leer un informe de domingo sobre discapacidad en El Territorio”, contó Castillo,
“Desde nuestra entidad buscamos hacer algo por el otro. Tratamos de mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad. En este caso, de la discapacidad visual. La intención es llevar a cabo la primera escuela de tenis para ciegos en Misiones. Queremos incentivar. La constancia y la perseverancia es lo más importante”, resaltó Castillo.
“No tenemos que bajar los brazos, esto requiere mucho compromiso. Depende de nosotros, de los que no tenemos ningún tipo de ‘discapacidad’, el hecho de mejorarle un poco la vida a ellos. Ese es el quid de la cuestión”, finalizó.
Mauricio Castillo es el vicepresidente del Club Discapacitados Misiones y un fiel lector del diario El Territorio. Justamente un informe publicado por este matutino sobre discapacidad lo motivó para contar con la presencia del profesor Raffetto en Misiones. El Club Discapacitados Misiones es una institución filantrópica que fue creada el 30 de abril de 1981 en Posadas con la firme convicción de llevar a cabo acciones para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad. Desde octubre de 2018 existe una nueva comisión directiva que tiene el firme propósito de refundar el club, poniendo sus herramientas para lograr una sociedad más inclusiva, resiliente y empática en favor de las personas con discapacidad.
Fuente: Facundo Álzaga, El Territorio.
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