“En la parte final del torneo tiene que aparecer el equipo”, había dicho a modo de vaticinio y con gran convicción Carlos Marczuk, emblema del equipo, luego de la gran exhibición de Crucero del Norte siete días atrás frente a Textil Mandiyú de Corrientes. Y parece que el pronóstico del obereño, se está cumpliendo.
De sólida primera parte de torneo, el equipo tuvo un bajón pronunciado en la tercera rueda, pero en las dos últimas fechas, cuando las críticas arreciaban por doquier, apareció el rendimiento que quiere el DT, los jugadores han recuperado la memoria futbolística, la mayoría levantó su nivel y así, un equipo que hace dos semanas parecía dormido y resignado, hoy vuelve a ser candidato…
Ante el durísimo Patria de Formosa no hubo lucimientos como ante Textil, pero el Colectivero entendió cómo debe jugarle a un equipo mañero y metedor, que esta vez quiso cambiar golpe por golpe, pero no tiene la necesaria jerarquía. Ganó con gran solidez el Colectivero, nunca pasó sobresaltos, le sacó seis unidades a Guaraní y se va despejando su camino hacia la clasificación.
AL FIN LE ENCONTRÓ LA VUELTA
Las estadísticas valen mucho en el fútbol, el historial también. Y lo antecedentes inmediatos, ni hablar. Crucero, en toda la temporada no había podido vencer a ninguno de los equipos formoseños: 6 jugados, 5 empates y 1 derrota, justo ante Sportivo Patria de Formosa, que le quitó el invicto hace una rueda y fue el único que le ganó en la temporada.
Pero en ese sentido, habrá que darle la derecha a Dechat, al menos en partes, porque había dicho, luego de los sucesivos empates con Sol y Patria, que el esquema de un equipo ultra conservador no le favorecía a su equipo. Y esta vez, el planteo del Chango Cravero, sin dejar nada librado al azar, al menos intentó atacar, y en se afán, dio ventajas atrás.
Pero más allá de posturas, planteos o estrategias, Crucero se impuso por jerarquía individual, por solidez, por convicción, paciencia y juego colectivo. Demostró que está recuperando la mística ganadora, el juego asociado y dejó atrás a otro equipo duro, de esos que se le hace difícil derrotar a cualquiera, fuerte mentalmente, de gran contextura física, ordenado y que nunca pierde la postura.
Decíamos, no fue un partido abierto y de muchas situaciones, al contrario.
La lucha desde el vamos se plantó en la zona media, con un gran despliegue de parte de ambos, mucha entrega, marca a presión y escasos espacios para jugar.
Y en ese contexto, igualado el terreno de orden, la entrega y el sacrificio, fue Crucero el que sacó ventaja con el nombre o el talento de sus jugadores.
Ausente los laterales titulares (Dardo y Mosevich, ambos suspendidos) no tenía el equipo casi llegada por afuera. Y la ausencia del Loco Marzo –por precaución- obligaba a buscar el juego físico con David Bareiro, aunque bueno es decirlo el equipo no por ello abusó del centro en busca del Pelado, quien en cambio, se asoció muy bien al juego colectivo.
Así, Crucero mostró que tiene variantes, un buen síntoma a esta altura.
Sólo había intentado con un par de remates de afuera de Pedro Britez, quien cada vez es un jugador más completo y lo ratificó a los 32 para llegar como 9 y definir al gol el centro de Derlis, que arrancó como delantero, pero a veces era enlace, juntándose muy bien con el Negro y con Franco Cabrera.
Y fue Britez con remate de afuera y Bareiro, luego de gran jugada colectiva, quienes estuvieron cerca de ampliar el resultado aún en el primer tiempo.
En la parte final, la lucha en el medio seguía siendo titánica, con mucha roce, pero jugado con lealtad. Quizá por momentos manejó más la pelota Patria, pero al talento de Barlesi no le encontró compañía, Nazareno Godoy no pudo ganar una y fue reemplazado y los demás perdían siempre en el mano a mano con la firmeza de Mato, el Gato Rodríguez o Medrano, improvisado lateral zurdo.
Pero más allá de cierto dominino territorial, Patria jamás puso en riesgo el triunfo y tampoco generó peligro cierto al arco de Gaona, que otra vez estuvo muy seguro en las salidas.
Pudo haberlo definido antes Bareiro, pero su remate se fue bajo y afuera, al igual que el zurdazo cruzado de Soto, quien a siete del final coronó su buena noche con una palomita perfecta, luego del centro de Sebastián González.
MADURA A TIEMPO
Con la actuación del sábado por la noche, el equipo de Pedro Dechat volvió a demostrar su gran solidez colectiva y firmeza defensiva, a la que ahora agregó una mayor dosis de agresividad y contundencia en el área rival, algo que durante casi todo el año no había mostrado.
El funcionamiento colectivo se exhibe cada vez más aceitado y disimula ausencias de jugadores fundamentales. Cuando los demás equipos titubean y tienen falencias, Crucero luce cada vez mejor y pareciera que el verdadero potencial aparecerá en el tramo final, como había vaticinado Marczuk.
Apenas perdió un partido en el torneo, la serie de dudas y empates parece haber quedado atrás, le sacó seis unidades de ventaja a Guaraní cuando restan doce para el final y además ya está segundo en la tabla general, porque en dos fechas le descontó cinco unidades a Unión de Mar del Plata, que el sábado apenas empató 2-2 de local con Sporting de punta Alta en la Zona 1.
Si mantiene el nivel ascendente, con el regreso de varios titulares y con la reconocida firmeza de siempre, puede soñar en grande…
Fuente: www.tendenciadeportiva.com.ar
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