El “tricolor” jugó un segundo tiempo brillante y derrotó con categoría a Guaraní, de Posadas.
El fútbol tiene estas cosas que lo hacen tan apasionante. Cuando todos pensaban que La Florida comenzaba a despedirse, ayer se despachó con una notable goleada sobre Guaraní Antonio Franco, en uno de los partidos del Grupo “D” del Argentino “B”.
El 5 a 1 que sentenció el resultado final puede resultar excesivo, pero es un premio a la contundencia que mostraron los jugadores locales, contra un adversario que evidenció alarmantes y groseras fallas en su juego. Diego Pereyra, Martín Martínez (en dos ocasiones), Raúl Chalabe y Daniel Cuellar, en contra, marcaron para el equipo del este. Claudio Torres había puesto en ventaja a los misioneros, que sumaron su segunda derrota en el certamen.
Hasta el tanto conseguido por Torres, y luego de la desafortunada intervención de Cuellar, el partido no tuvo un dominador excluyente, al punto que los arqueros no habían pasado zozobras.
En la medida en que Fabián Rojas y Alejandro Pérez fueron tomando contacto con la pelota, el local comenzó a establecer una neta superioridad que recién en el complemento pudo reflejarse en la red. En ese lapso, Martín Martínez apareció en toda su dimensión para beneplácito de los hinchas que concurrieron al estadio “Capitán Jaime Solá”. Lo concreto es que el “tricolor” está vivo.
Las urgencias económicas agobian al club
Lo mejor para cerrar una semana complicada es un triunfo como el que La Florida obtuvo ayer. Pero que no se piense que por este brillante éxito el árbol tapará al bosque. El club está agobiado por los problemas, todos de tinte económico. Se conoció que en los próximos días la entidad debe cancelar una deuda cercana a los $ 10.000 con el Consejo Federal, en concepto de aportes, viáticos de los árbitros y de seguros que se fueron acumulando desde el comienzo de la temporada.
Si la directiva que ahora encabeza Carlos Jorge Cobos no abona esa deuda, el club puede llegar a ser desafiliado y perder los puntos logrados hasta tanto abone esa suma. Sin embargo, ese no es el único problema que tienen los dirigentes, pues si logran solucionar el tema, de inmediato deberán abocarse a la búsqueda de los $ 6.000 que necesitan para afrontar los gastos de hotel y de comida que les insumirá el viaje del fin de semana a Misiones. Se vienen días complicados para los “tricolores”.
Una ráfaga de aire fresco
Por Miguel Décima – Redacción de LA GACETA.
No está muerto quien pelea. Eso parece haber pensado la remozada formación “tricolor” cuando salió ayer a la cancha para enfrentar a los misioneros. Es que a esta etapa llegaron como punto y terminaron siendo banca. Con un plantel diezmado por lesiones y suspensiones, al técnico Miguel Ferreyra no le quedó otra cosa que apostar por los juveniles para suplantar a los ausentes. Y vaya que la apuesta le dio los resultados esperados.
Es fácil repartir excesivos elogios cuando se logra una victoria así, pero es indudable que a los acostumbrados aportes de Rojas, de Pérez y de Martínez, ayer se sumó el atrevimiento de Daniel Bernasconi, de Emir Ojeda y de Juan Barboza, un arquero que debutó en el certamen con una soberbia actuación, que le abre un porvenir auspicioso.
Para redondear una actuación colectiva para el elogio, la definición de Raúl Chalabe en el quinto gol fue de alta factura.La frutilla del postre en una tarde maravillosa del anfitrión.
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