El salvador de siempre

Una vez más, Cristian Barinaga apareció cuando el partido se complicaba y Guaraní igualó 1-1 con Instituto (Córdoba) en la agonía. La Franja jugó uno de los peores partidos en condición de local.
El salvador de siempre

La carta. La Franja fue superada pero Barinaga mostró su calidad para sellar un empate injustificado (Foto: Facundo Correa)
En medio de la desesperación por no perder, porque esa fue la premisa de anoche, Guaraní e Instituto igualaron 1 a 1, un resultado que le cae justo a un partido de poco vuelo, con nulas ideas y que explica con claridad el por qué del presente de cada uno.
Un penal inventado dio la ventaja a la visita, que creyó haber cerrado el partido, pero no contó con las eternas apariciones de Cristian Barinaga, que salvó una ropa que se había ensuciado demasiado, porque Guaraní ayer jugó el peor partido en mucho tiempo, al menos en condición de local.
Con desesperación y sufrimiento, vértigo y mucha desprolijidad, la Franja por momentos aguantó e Instituto dejó bien en claro que llegó a Misiones a salvar la permanencia de su técnico.
No podía ser de otra manera. El conjunto cordobés, o mejor dicho su técnico, Mazzola, necesitaba los tres puntos para dar continuidad a un proyecto que se complicó tras 10 jornadas sin ganar.
Bianco entendió que debía aguantar los primeros 15 minutos y su equipo le hizo caso. Todas las pelotas divididas, el juego en el mediocampo y las ocasiones fueron para Instituto en gran parte del inicio del partido.
La línea de tres que puso en cancha el técnico franjeado respondió bien, pero el medio no dio el presente. Kopp nunca entendió si debía preocuparse por marcar a Bernardi (que lo sacó a pasear en más de una oportunidad), Young, que en la lista de convocados pensó tener más compañía, peleó muchas veces en soledad y, por momentos, Milton Zárate tomó la posta para la creación, como también para la recuperación.
Fue Leguizamón quien salió a la cancha para gestar el juego, aunque el ex Independiente, River y otros tantos nunca estuvo fino, no cruzó miradas con Barinaga y, por ende, tampoco generó.
Dar dos pases seguidos fue misión imposible para el local en todo el curso del partido. Instituto salió con ganas, pero también entregando todo. Quizá esa fue la idea del técnico local: aguantar las ganas del rival hasta verlo ahogado y sin piernas. Lo cierto es que la visita aguantó hasta el final de la primera parte con el mismo volumen, siempre teniendo en cuenta que el ida y vuelta pasa factura para ambos lados.
A partir de los 35 minutos del primer tiempo el partido se vivió a fondo. Guaraní estuvo cerca aunque desprolijo. En las contras, a esa altura la forma de llegar de la gloria, Endrizzi encontró el remate desde afuera y probó. La pelota pegó en Narese y, despacio, con suspenso y sufrimiento, pidió permiso para irse al córner.
Guaraní, por su parte, encontró sus chances con arremetidas de Barinaga que terminaron en centros perdidos. En resumen, la ausencia de Narese (en cancha pero sin contacto con la pelota) fue determinante para que todo se mantenga en cero.
Con el ingreso de Sagarzazu en lugar de Leguizamón apenas comenzado el complemento, Guaraní ganó tenencia en el medio. La lesión de Piñero Da Silva, quien sintió un tirón apenas se inició la segunda parte, dio vía libre para que Mauro Gómez vuelva a tener minutos (esta vez más que los 15’ habituales).
Cuando más pelotas tocó Guaraní y más profundo era, Alan Vester la bajó muy mal y comprometió a Medina, que reaccionó bien y sacó la pelota. El árbitro, de dudosa inocencia, cobró penal y Magnín lo cambió por gol.
Las más claras, ya sea con remates desde afuera o llegando dominándola, fueron para Instituto.
El local cometió el error de enfrentarse al árbitro. El segundo asistente levantó siempre la bandera, se quejó de los gritos y provocaciones desde las gradas y paró el partido por varios minutos.
Al pelotazo, con los ojos cerrados y chocando contra una perfecta última línea rival (Schmidt y Rodríguez fueron verdaderas paredes), el local intentó y, totalmente sin merecerlo, encontró su premio. Esa fue la vía para que Medina (sí, el arquero) habilite a Barinaga, ese 10 que nunca se rinde y que, por perseverante, la bajó y definió cruzado ante la salida de Hoyos.
El conjunto misionero pasó de dar muestras de poder pelear arriba (en el 2 a 2 ante Atlético Tucumán) a golpear duramente las ilusiones de su gente. Ayer Guaraní jugó mal, como para preocuparse con la tabla de promedios. Para colmo, suma y suma lesionados.

Las apostillas: faltó luz y un nuevo desgarro
• ¿Y la luz? El partido, con horario de 18.30, empezó con el sol escapando y sin claridad en el césped. Las luces no se encendieron y todo se retrasó por 15 minutos, ante el descontento y desconcierto de Canal 7.

• Camisetas cambiadas. Fiel a la costumbre del fútbol argentino cuando enfrenta dos rivales con colores parecidos, el local fue el que sacó la suplente. Ayer Guaraní lució la azul.

• Cuidado con Tobías. A los 40’ de la primera parte, Albarracín cruzó palabras con el árbitro Ariel Suárez. Se metió Young a calmar las aguas. Guaraní no podía perder a ningún central porque en el banco no había relevos para esa posición.

• ¿Dónde calientan? Los suplentes de Instituto demoraron el inicio del ST. Es que no encontraban dónde realizar los movimientos precompetitivos. Terminaron detrás de su arco, el que da la espalda a la calle Ivanoski.

• Otro desgarro. Guaraní tiene en el futuro una seguidilla eterna de partidos (Copa Argentina, visita a Santamarina, recibe a Chacarita). Piñero Da Silva sintió el tirón y pidió el cambio comenzado el complemento.

• ¡Andá para allá! Milton Zárate mandó al ataque a Gómez, que intentó bajar a defender.

Opiniones
“Hoy (por ayer) no merecimos este punto. Claramente jugamos muy mal, pero tenemos que destacar que no nos rendimos y por eso lo sumamos. Estamos a tiempo de no encontrarnos, después de junio, peleando abajo. A mí la Copa Argentina no me importa”
Cristian Barinaga
Delantero de Guaraní

“No lo toco. Yo no sé si el árbitro está mal predispuesto o qué, pero no nos hablaba bien, me trató de sorete en la mitad de la cancha y yo no entiendo esas cosas. Da mucha bronca porque estamos perdiendo puntos importantísimos”
Alejandro Medina
Arquero de Guaraní

“Lo preocupante, además del rendimiento de hoy (por ayer), es la cantidad de lesionados que tenemos. Al equipo no lo vi bien desde lo técnico, veo que hubo centros que terminaron siempre en la mano del arquero”
José María Bianco
DT de Guaraní

Fuente: Emiliano Andreoli, El Territorio.

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