“Misiones encendió mi llama para ser campeón”

“Misiones encendió mi llama para ser campeón”Tenerlo a Sebastián Crismanich en la provincia es un lujo no sólo por aquel histórico oro en Londres 2012 sino por sus enseñanzas y sus ganas de transmitir y encender en los chicos esa llama que él sintió justamente en Misiones, en el 94. “Obtuve en un Open mi primera medalla y fue el puntapié inicial para convertirme en un campeón olímpico”, confesó.
Este miércoles el ex taekwondista, actual referente y motivador de los atletas, estuvo presente en el Centro Provincial de Alto Rendimiento Deportivo en las finales de esta disciplina en los Juegos Deportivos Misioneros, organizados por el Ministerio de Deportes de la Provincia, que son clasificatorios a los Nacionales Evita a realizarse del 9 al 14 de octubre, en Mar del Plata.

Mate en mano y atento a las luchas en la colchoneta entre los finalistas de la tierra colorada, el correntino se prestó de lleno a compartir este nuevo rol de llevar su experiencia a distintos puntos del país.“Misiones encendió mi llama para ser campeón”
“Disfruto tanto este momento de estar junto a los atletas en esta etapa porque siempre lo recalco cuando hago una nota, que Misiones fue la provincia en la que obtuve mi primer trofeo; hasta ese entonces no se me había hecho un ‘click’ en la cabeza de qué era lo que yo quería, pero cuando tuve esa medalla en mis manos me di cuenta de que eso era lo que buscaba para mi vida y quería seguir sumando trofeos”, recordó con emoción.

¿Cómo te sentís al ser un referente para los chicos?
Es un orgullo para mí y me pone muy contento poder ser un referente, no sólo a nivel atleta sino a nivel personal; poder transmitirles mis experiencias de vida y como deportista; contagiarles todo lo que viví a lo largo y a lo ancho de mi carrera, sobre todo tratar de motivarlos desde qué se siente representar al país. Creo que hoy les dejo la semillita del sueño, la esperanza y la ilusión de que ellos también pueden convertirse en grandes campeones. También contarles la cantidad de años que pasé buscando ese sueño… me llevó 18 años de carrera .

¿Es muy difícil llevar adelante una carrera de alto rendimiento lejos de las grandes ciudades?
Quiero hacerles llegar que lo pueden hacer. Vengo de una provincia vecina, con las mismas dificultades que puede tener alguien que vive acá en Misiones, pero sin embargo logré desarrollarme con mucho esfuerzo.
También tuve que sortear muchos otros obstáculos que van apareciendo por el hecho de estar lejos de las grandes ciudades de nuestro país, pero eso no es un factor limitante, es más, a veces, eso nos va haciendo mucho más fuertes. Cuesta mucho. Pero hoy en Misiones cuentan con un Ministerio de Deportes y, por conocer la manera que trabaja este equipo, la verdad es que tienen muchas más chances que otras provincias porque hay recursos y hace que esa brecha con ciudades capitales se acorten mucho.
Cuando yo competía había otra realidad desde Corrientes con un apoyo nulo prácticamente y así y todo pude llegar lo más lejos posible.

¿Cómo ves el taekwondo en Misiones?
Ha crecido y evolucionado mucho. Si bien en el alto rendimiento no tienen representantes, creo que hoy cuentan con un semillero importante que si lo trabajamos a conciencia, y digo lo trabajamos porque siempre me involucro para tratar de compartir mis conocimiento, creo que tienen un potencial importante.
Acá hay mucha descendencia de alemanes y de diferentes colonias que hacen que tengan un biotipo ideal para realizar este deporte. Hoy en la clínica que di había más de 100 chicos y logré visualizar a chicos y chicas que tienen potencial y que estaría muy bueno poder invertir en ellos tiempo y energías para que puedan representar el día de mañana a Misiones y después a la Argentina.

¿Cómo se trabaja a un atleta para llegar al alto rendimiento?
Es paulatino insertarse en el alto rendimiento, es todo un proceso y lo más importante es tener un objetivo bien claro y cuanto antes antes lo tengamos mucho mejor. Ahí recién comienza una evolución en el entrenamiento que lleva tiempo y uno se va transformando en un atleta de alto rendimiento porque no se puede saltar al alto rendimiento de un día para otro; por más que uno se entrene tres veces por semana eso no es factible y no va a ser duradero ni sustentable. Un atleta tiene que entrenar bien las bases, luego seguir etapa tras etapa de maduración y llegar a entrenar hasta dos o tres veces por día.

¿Cómo es tu vida hoy ya sin la presión de la competencia?
Estoy dando muchas charlas dentro y fuera del país. Tengo la gracia de poder vivir del deporte y de estos programas que algunos los desarrollé y otros ya están instalados en lo que es la dirigencia deportiva de nuestro país; además, asumí diferentes tipos de cargos donde vuelco todos mis conocimientos, mi trabajo y capacidad en pos del deporte argentino.

¿Qué le dirías a un chico que por entrenar a veces tiene que dejar de lado cosas cotidianas de un chico de su edad?
Que no hay nada más lindo que vivir de la mano del deporte, mis ojos vieron cosas que no podía ver ni con todo el dinero del mundo. Tengo muchas amistades en todas partes del planeta, estuve en prácticamente todos los continentes y conocí tantas culturas gracias al deporte que suplen sin lugar a dudas cualquier momento de fiesta que uno tiene que dejar de lado.
El tiempo es una inversión cuando se hace deporte. Sabemos como es la sociedad, que los diferentes hacen cierto ruido pero yo les diría que no busquen justamente ser comunes sino diferentes, que afronten esta vida con desafíos y propuestas realmente interesantes.
Tal vez alguno de ellos no pueda alcanzar su sueño o una medalla dorada pero yo les puedo decir que llevé una vida feliz y muy bonita del lado del deporte y que sin dudas lo volvería hacer y quiero que mi hija lleve el mismo camino, y si hoy lo quiero para mi hija es porque quiero que cualquiera de la sociedad pueda sentir eso mágico que te da el deporte aunque a veces duela el cuerpo.

Entonces, podríamos decir que el taekwondo es como la vida misma, que de los golpes se crece…
Si, en principio no es para nada fácil, es un deporte de contacto y conlleva sus riesgos pero en la vida también es así… a veces te quiere golpear o te pone pruebas que uno la atraviesa o se queda estancado, el deporte nos enseña eso ya a temprana edad y nos ayuda a enfrentar la vida de una manera mucho más fuerte.
Lo que puedo decir sin lugar a dudas es que la vida se nos hace más fácil a los que fuimos atletas de alto rendimiento porque no nos regalaron nada y sabemos cómo enfrentar los mismos desafíos y salir airosos a cambio de otra persona que no lo ha hecho. Sobre todo en deporte de contacto, porque nos endurece mucho la manera de ser sin perder sensibilidad; nos hace fuerte a la hora de compromisos importantes y ante situaciones difíciles somos los máximos peleadores.

¿Qué le dirías a un padre que quiere llevar a su hijo a hacer taekwondo?
Que no lo dude, que al contrario de lo que se piensa conlleva muchísima disciplina y no es excluyente para el que recién comienza porque justamente esto te lleva a ser disciplinado en todo lo que uno haga y muchas personas se corrigen y son mejores en todos los ámbitos porque este deporte es formativo en valores y en educación. Por ejemplo, para rendir cinturones hay que estudiar mucho saber del idioma coreano y su historia. Además, uno aprende a no tomarlo como una pelea sino como un juego y no es un golpe que daña sino que enseña y que cada vez debemos aprender de esas experiencias y lo mismo trasladarlo a la vida real.
De esta manera, el correntino tuvo una jornada soñada junto a los chicos y grandes donde brindó un campus abierto y gratuito para todas las categorías, donde participaron más de 100 niños, jóvenes y mayores que llegaron desde El Soberbio, San Vicente, Dos de Mayo, Aristóbulo del Valle, Ruiz de Montoya, Puerto Rico, Jardín América, Santo Pipó, Santa Ana y Posadas, entre otros municipios.
Por la tarde, en tanto, se llevaron a cabo los combates correspondientes a la final provincial de los Juegos Deportivos, en la categoría sub14, masculino y femenino y la premiación fue nada menos que con el gran Crismanich, quien desplegó su humildad y valores que lo llevaron a lo más alto que pueda aspirar un deportista.

Paciencia y trabajo
“Creo que hoy les dejo la semillita del sueño, la esperanza y la ilusión de que ellos también pueden convertirse en grandes campeones. También contarles la cantidad de años que pasé buscando ese sueño… me llevó 18 años de carrera”.

Fuente: El Territorio.

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