Sucedió en Curuzú Cuatiá, hace 40 años, en la primera edición del Campeonato Argentino de Cadetes cuando el representativo de Córdoba venció en la final a los locales (88-60) con esta dupla histórica. Su primer título juntos, iniciando una cosecha de 20 años.
En el deporte en general, el respeto se gana por su trayectoria, por títulos y el tiempo que genera puntos altos y positivos como para merecerlo. Y ese respeto hay que buscarlo, como le pasó a la dupla histórica de Atenas y la Selección Argentina que integraban los cordobeses Marcelo Milanesio y Héctor Campana.
Ganaron títulos de todo tipo, pero juntos, cortaron por primera vez las redes en la provincia de Corrientes. A fines de julio de 1980, se organizó el primer Campeonato Argentino de Cadetes Mayores (15/16 años) con sedes en Curuzú Cuatiá y Mercedes.
Y allí festejaron Milanesio (clase 1965, con 15 años) y Campana (clase 64) con un seleccionado cordobés que logró en forma invicta quedarse con el campeonato.
Dirigidos por Ruben Piccone, ese representativo cordobés superó en la final a Corrientes por un claro 88-60, en un partido con diferencias que se jugó en el Club Deportivo y Recreativo de Curuzú Cuatiá, a estadio lleno.
Córdoba llevó al interior correntino la siguiente plantilla: Juan José Perissinotto, Alejandro Cuellar, Héctor Campana, Hugo Rosales, Javier Díaz, Marcelo Milanesio, Fabián Perezlindo, Daniel Lozano, Marcelo Arrigoni, Sergio Dómene, Gerardo Secrestat y Daniel Martoglio.
Y Corrientes, dirigidos por Eduardo Montes, logró un histórico segundo puesto con los siguientes jugadores: Horacio Fontán, Julio César Gutiérrez, Carlos Cardozo Longo, Ricardo Batalla, Alejandro Monzón, Alberto Angel Cattáneo, Eduardo Sicco y Alberto Sottile (de Capital), Alejandro Bento, Sergio Garín y “Polilla” Jauregui (de Curuzú Cuatiá), Raúl Fiorito y Claudio Colombo (de Goya).
El encuentro que cerró el torneo no tuvo mayores luces que el juego cordobés y los 32 puntos de “Pichi” Campana, uno de los mejores jugadores del campeonato, con el recambio en la base de “Cabeza” Milanesio, que tenía para un año más en la categoría pero la historia confirmaría que saltaría edades y en un poco tiempo estarían jugando juntos en la primera de Atenas de Córdoba.
Al llegar a ese torneo, Milanesio ya jugaba en Fábrica Militar de Río Tercero con su hermano Mario, mientras que Campana ya mostraba su talento en las categorías formativas de Redes.
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En la primera fase, Córdoba obtuvo el puntaje ideal venciendo a Mendoza (91-58), a Entre Ríos (83-63), luego a Buenos Aires en forma agónica (76-75), a Santiago del Estero (75-60) y clasificó al vencer a Santa Fe (72-68).
En semifinales superó a Chaco por 76-54 y llegó el partido decisivo ante Corrientes, al que ya había superado en un amistoso de preparación días antes del torneo.
Fue el primer festejo de esta sociedad de estrellas que formaron Milanesio (sostiene el récord de haber jugado partidos consecutivos y ganó siete títulos de campeón) y Campana (goleador histórico, sumados a sus cinco títulos con Atenas).
Jugaron juntos en la selección nacional, además de conseguir consagraciones internacionales con Atenas. Disfrutaron uno del otro hasta julio de 2000, cuando Córdoba se consagró campeón del Argentino de Básquet en Mayores, su último partido juntos.
Pero sus inicios estuvieron sellados con un título por estas tierras, algo inolvidable para el básquetbol nacional.
Subcampeonato histórico para los correntinos
La Confederación Argentina de Básquetbol confió en la Federación de Básquetbol de la Provincia de Corrientes (FBPC), que estaba presidida por Ulises Maidana, para organizar la primera edición del Campeonato Argentino de Básquetbol, categoría Cadetes (15-16 años), que se jugó en Curuzú Cuatiá y tuvo como subsede a Mercedes (donde se jugaron partidos de la fase clasificatoria).
Corrientes tuvo el siguiente camino en zona de grupos: victorias sobre Río Negro (69-41), Tucumán (90-57) y Capital Federal (76-66) y derrota con Chaco (64-67) para quedar segundos.
En semifinales, un gran triunfo sobre Santa Fe (64-63) para llegar a la definición con los cordobeses (derrota 88-60).
Dirigidos por Eduardo Montes, una generación que puso al básquetbol correntino en los lugares principales.
Fuente: Mariano Blanco, diario Época.
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