Tal vez pasó desapercibida para la mayoría del público que asistió a las tres jornadas de la Liga Sudamericana de Básquet que se realizó entre el viernes y el último domingo en el estadio del Oberá Tenis Club (OTC). Pero ella estuvo y muy activa.
Florencia Infante (31), conocida como la «bruja» de Instituto de Córdoba, integra el cuerpo técnico que encabeza Lucas Victoriano y estuvo en Oberá haciendo su «trabajo».
En un partido de trámite parejo, el domingo Instituto derrotó a OTC por 68 a 63 y clasificó a la siguiente fase del certamen sudamericano, dejando al local con las manos vacías.
Seguramente es injusto atribuirle todo el mérito a ella, pero para los hinchas de OTC «capaz algo tuvo que ver».
Los simpatizantes del celeste piensan en la baja del capitán Rodrigo Gallegos -que se perdió el final del partido por un golpazo- y la molestia en un dedo que limitó a Charles Mitchell después de un manotazo, cuando se fijan en su presencia.
Lo cierto es que como notaron muchos (y hasta la grabaron), Infante estuvo muy activa haciendo una movimientos de manos y gesticulando, quizás rituales para atraer lo bueno para su equipo, incluso en los minutos que pedía Victoriano. Y al final, aunque sea con lo justo, el elenco cordobés ganó y clasificó. Es como dicen: «Yo no creo en brujas, pero que las hay… las hay».
El método de la «bruja»
En junio del año pasado, el diario La Nación publicó una nota de la «bruja» de Instituto tras la consagración del equipo en la Liga Nacional en la temporada 2021-22.
Ahí contó que Infante llegó al club de Alta Córdoba de la mano del presidente, Juan Manuel Cavagliatto, como «especialista en coaching deportivo emocional y mental para un equipo que pasó por situaciones malas, pero que ahora festeja el título. El segundo logro deportivo desde que Florencia está en esa función».
Y agrega la crónica: «Pero lo cruel proviene desde afuera. Es que, Florencia es señalada como ‘la bruja’ que tiene Instituto en el banco de suplentes: ‘Creo que nunca me han tratado tan injustamente como hoy, yo estuve haciendo mi trabajo y la gente me gritaba ¡bruja! ¡bruja!. Ojalá fuera bruja, hubiéramos ganado por 20, dice entre risas y con una reconocible tonada santiagueña, porque no fue profeta en su tierra, debió irse a otro lado en busca de su sueño. Ella lo consiguió y hoy puede decir que también es campeona a fuerza de mucho trabajo».
Sobre su rol, ella misma contó: «Soy coach. Trabajamos en coaching deportivo emocional y mental. Por otro lado, empecé mi carrera como sanadora pránica, que es una técnica energética para sanar a nivel físico, emocional y mental».
«Yo he descubierto el deporte dentro de la sanación pránica porque en Santiago del Estero hay muchos clubes que juegan fútbol o básquet en primera división y los chicos llegaban por lesiones, pero gran cantidad de esas lesiones tienen que ver con lo emocional. Entonces encaraba la sanación pránica en el ámbito deportivo desde recuperarlos de la lesión a nivel físico y a nivel emocional», señaló el año pasado.
Fuente: Daniel Villamea, El Territorio.
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