“Un golpe muy duro, la ilusión era enorme”

Como suele suceder en estos casos, el festejo de uno era la contracara de la desazón del otro. Mientras el verde césped se teñía de rojo y negro, un par de metros hacia adentro, en el vestuario visitante, todo era silencio.
El famoso silenzio stampa se vivió a flor de piel en ese pequeño reducto donde las lágrimas, las miradas al piso y la falta de palabras contaminaban el espeso aire.
El hermetismo de pronto dio un giro, la puerta del vestuario se abrió y emergió la figura de Pedro Dechat, el primero en dar la cara en tan dramático momento.
A la hora de enfrentar a los micrófonos, grabadores y cámaras, el entrenador de Crucero no quiso dramatizar demasiado, aunque reconoció que se “dejó escapar una gran chance”.
“Es un golpe muy duro porque la ilusión era enorme, pero empezaremos a trabajar desde el jueves para encarar lo que viene; nos queda una chance más y la vamos a buscar hasta el final”, enfatizó el técnico con un tono más resignado que el habitual, como no habiendo aún digerido la derrota.
“No jugamos bien, pero ellos tampoco, no hubo juego vistoso, se jugó sin espacios, como era previsible; cada uno intentó con sus armas, pero lastimosamente no se pudo”, analizó el DT en medio de la amargura.
“Los puntos que regalamos con Talleres o Sportivo Belgrano de local no hicieron la diferencia, porque los puntos que perdimos en casa después los ganamos afuera, da bronca porque nosotros en la etapa clasificatoria sacamos más puntos que ellos, pero el torneo está hecho así y no se puede decir nada, no le hecho tanto el ojo a esas cuestiones”, reconoció Dechat, quien explicó que “quizás nos faltó tranquilidad en algunos momentos”.
Sobre la polémica jugada que terminó en el gol de Márquez que invalidó el juez por supuesta infracción del delantero, manifestó: “No me gustó la tarea del árbitro, no tanto por lo que cobró para uno y otro, sino porque se sacó el partido de encima, cortó mucho el juego y eso nos perjudicó porque nosotros queríamos la victoria, no Douglas”.
El exentrenador de Boca Unidos, Huracán Corrientes y Textil Mandiyú también hizo lugar a la lesión del capitán Carlos Marczuk. “Aunque Amaya hizo un trabajo correcto, la ausencia de Marczuk se sintió, porque venía con ritmo de partido y tenía otra movilidad, que quizás iba a ser muy importante para el tipo de partido que se dio”, remarcó.
Consultado sobre si tiene pensado poner en cancha un esquema más ofensivo para los partidos de la Reválida, reconoció que “difícilmente juegue con un enganche porque el equipo no está formado para jugar así, hay que seguir creyendo más que nunca en los jugadores y en nosotros, porque jugando como jugamos llegamos hasta acá”.

“Ya está”
Franco Cabrera, volante del Colectivero, dijo sobre el tanto anulado que “el árbitro nos dijo que cobró foul y no entendíamos nada, fue una jugada dudosa, pero ya está, ahora tenemos que recuperarnos para lo que viene porque aún tenemos otra posibilidad de ascender”.
Y cerró: “Era una final, ellos se defendieron bien; pero no tenemos nada que reprocharnos porque dejamos todo en la cancha”.
“La idea era arriesgar un poco antes, pero los propios jugadores me pidieron que no me apure; hicimos un buen partido, pero por momentos nos ganó la desesperación”
Pedro Dechat

Apuntes del desenlace
• El público misionero se hizo presente en gran número en Pergamino. Ocho colectivos llegaron en fila india casi sobre el inicio del partido debido a un accidente en la ruta que retrasó el arribo al estadio. Entre los que le dieron el apoyo al colectivero estuvo el extenista José Acasuso.

• Mucho que desear. Los encargados del evento de ayer dejaron mucho que desear en cuanto a la organizacion. El jefe de prensa, Roberto Rubio, jamás se hizo notar y ni siquiera dio la cara para organizar a los periodistas, quienes ocuparon un lugar, pero en la tribuna visitante, sin la mínima comodidad y a pocos metros de la hinchada local. La gente de Crucero, en tanto, se retiro del estadio en medio de una lluvia de piedras del público local.

• Como sigue. Crucero tiene una chance más de ascender. Por ser uno de los mejores cuatro del Undecagonal sorteará una llave de la Reválida y jugará en cuartos. El ganador de la Reválida tendrá disputa la promoción con un equipo de la B Nacional.

Fuente: Gustavo Hollmann, enviado especial El Territorio.