La división de Checoslovaquia dio paso a República Checa y Eslovaquia en 1993. Seguramente, dejó miles de consecuencias esenciales en la forma de vida de sus habitantes. Pero esas diferencias se notan aún más cuando un extranjero llega y se pone a prueba ante las costumbres más básicas. Diego Calgaro, el posadeño que se desempeña como volante central, recientemente contratado por Atlético Tucumán, probó suerte alguna vez en destinos exóticos como Europa central.
«Estuve en Eslovaquia; fue una nueva experiencia. Es un país escondido», dice el volante surgido en Central, que entre 2008 y 2009 se llevó su marca y presión al país que, como una especie de isla, se encuentra casi cercado por Austria, Ucrania, República Checa, Hungría y Polonia.
«Hace muchísimo frío: llegué a jugar con 15 y 20 grados bajo cero y también con muchísima nieve. Me costó mucho la adaptación, pero por suerte estuve allá con Sebastián Ereros y la estadía se me hizo algo más llevadera», cuenta Calgaro, que defendió los colores del equipo de la ciudad de Trencín, que lleva el mismo nombre.
Quizás lo que más impresiona del país que hicieran famoso los tenistas Domink Hrbaty, Daniela Hantuchova o el mismo seleccionado de hockey sobre hielo campeón del mundo en 2002, son sus costumbres a la hora de comer. «Tienen muchas cosas que acá no se ven: a las dos de la tarde ya se cenaba porque ya era de noche», asegura. «Fue una etapa linda mientras duró», afirmó Calgaro sobre la experiencia.
En el idioma, y ante la falta del amigo inglés, para cualquier jugador se le hace cuesta arriba comunicarse. Pero cuando el eslovaco reina, la cosa se hace más complicada aún. «Teníamos traductor; algunos hablaban en inglés pero no les entendía nada. El técnico era checo y como había muchos en el plantel, ellos le entendían», recuerda el volante que, por más exótico periplo, aprovechó sus días allá y no dudó en regresar. «Pude jugar mucho tiempo allá pero no era un fútbol muy visto así que decidí volver», explica Diego, que fichó para Desamparados, que luego descendió al Argentino A.
«Estoy muy contento de estar acá», confesó el tapón del medio «decano», mientras se traza un clara objetivo: entrar por la puerta grande del fútbol argentino.
Fuente: La Gaceta.
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