Desde Eldorado y para todo el país. La natación misionera cuenta con su emblema en los Juegos Evita 2012; se trata de Jonathan Avellaneda, el joven de 18 años que supo imponerse a la adversidad para convertirse en un ejemplo de vida.
Participar en la categoría Motores de Discapacidad es todo un orgullo, aunque llegar a Mar del Plata por tercera vez consecutiva trajo consigo una mezcla de sentimientos adversos ya superados, pero con los que le tocó lidiar en el pasado.
La vida de Jonha fue como la de cualquier niño hasta los cuatro años. En una tarde fatídica pasó lo peor. “Estaba jugando en una zanja, sin darme cuenta corrí unas hojas y de abajo me saltó una víbora y me mordió la pierna”, comentó.
Jonathan fue trasladado al hospital de la zona. Allí los médicos analizaron la hinchazón y determinaron que se trataba de una picadura de Yarará, quizás el ofidio más temido de la Argentina.
Pasaron horas, días y meses de internación, pero el veneno seguía con su paso demoledor. Finalmente la primera batalla estaba perdida… Los médicos le comunicaron que tenían que amputarle la pierna. La peor noticia de su vida.
“Siempre tuve el apoyo de todos, aunque en los primeros años me costó mucho adaptarme”, dijo.
En la primaria y parte de la secundaria, Jonathan siguió su curso con el aliento de sus más allegados pero con la conciencia algo intranquila por la indiferencia.
“Un día todo cambió, me di cuenta que no podía estar así, decidí mirar para adelante”, dijo. ¡Sí!, los estímulos comenzaron a llegar y qué mejor que el deporte para levantar la autoestima.
A los 15 años se inclinó por la natación por recomendación de su profesor con resultados sorprendentes. Jonathan se convirtió en uno de los mejores de Misiones. Tanto en 2010 como en 2011 se consagró campeón en la categoría crol y espalda en la modalidad Motores de Discapacidad, pero no se quedó sólo ahí, ya que también se inclinó para el atletismo, disciplina en la que también se trajo una medalla de oro en lanzamiento de bala.
Fue todo un logro, demostrando que la segunda batalla estaba ganada, la más importante, la de la vida.
Avellaneda vive sus últimos Evita y su objetivo próximo es repetir las tres medallas de oro (natación en crol, espalda y lanzamiento de bala), pero la gran noticia es que ya fue testeado por la selección argentina para integrar el equipo nacional, un sueño que se puede hacer realidad en los próximos años, toda una superación, todo un ejemplo.
Fuente: Cristian Avellaneda, El Territorio.
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