El misionero Sergio Romero empezó a agigantarse en el arco de Boca. Después de cometerle un penal a Castelli, «Chiquito» se reivindicó atajándole el disparo desde los 11 metros al propio delantero, evitando lo que pudo haber sido la derrota del Xeneize este domingo en la Bombonera ante Central Córdoba de Santiago del Estero.
Iban 18 minutos de la segunda parte cuando Kalinski le metió un pase preciso a su compañero, quien con un auto-toque evitó la salida del arquero, pero Romero se lo llevó puesto y, ante la infracción dentro del área, el árbitro Andrés merlos no dudó y cobró la falta (también lo amonestó por ese foul).
Y ahí apareció «Chiquito»: le adivinó la intención al punta del Ferroviario, la frenó primero con la mano y luego con su pie para evitar lo que hubiera sido la caída de su arco.
Romero quedó con dolor en el codo izquierdo, pero luego de unos minutos el uno pudo continuar en cancha.
El exRacing revalidó su buen instinto en los penales, ya que de los 31 que le ejecutaron, tapó 11.
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