Un nuevo desafío es el que afronta para esta temporada el delantero misionero Fabián Ismael Garay (24), referente hasta hace poco de Tristán Suárez en la Primera Nacional, la segunda categoría del fútbol argentino.
El nacido en Posadas pero más vinculado sentimentalmente con Garupá, donde se crió y actualmente tiene a su familia, resolvió dar un volantazo en busca de experiencia y firmó con el Santo Domingo de la Serie B de Ecuador. No fue casualidad: las puertas del club le fueron abiertas por el legendario entrenador Juan Manuel “Chocho” Llop, quien lo dirigió en Tristán Suárez y pidió sus goles para este nuevo desafío, el del ascenso.
“Quería conocer otro ambiente, otro fútbol, y seguir disfrutando de esto. Acepté el desafío y ya estamos entrenando de cara al inicio de la competencia, donde vamos a buscar el ascenso”, le dijo a El Deportivo el player de la tierra colorada desde Santo Domingo, localidad homónima al club en el que se desempeña.
Fabi… ¿cómo es tu historia con el fútbol?
Yo nací en Posadas y me crié en Garupá, en el barrio Loma del Sol, hasta la adolescencia. Fue entonces que, por una cuestión económica, con mi familia nos mudamos a Buenos Aires. Fue solo por algunos años, porque mis viejos al poco tiempo se volvieron a Garupá, hasta donde viven hoy. Yo me empecé a dedicar al fútbol y me quedé allá. Pasé por varios clubes de AFA hasta llegar a Tristán Suárez. Soy delantero, pero trato de jugar suelto, no solo dentro del área.
¿Debutaste en Primera con Tristán Suárez?
Sí, en 2018 ascendí al plantel profesional de Tristán Suárez, donde estuve cuatro años. Con el club logramos el ascenso a la Primera Nacional y jugué dos años más en esa categoría, bajo la conducción técnica del “Chocho” Llop.
¿Y cómo llegaste a Ecuador?
Pues bien, el “Chocho” decidió iniciar un proyecto con el Club Santo Domingo y, como me conocía de Tristán Suárez, me ofreció a venir a probar suerte, porque necesitaba una mano para buscar el ascenso a la Serie B, la segunda de Ecuador. Ahí también tuve una mano de la agencia “Lo Mejor de Ti Sports”.
¿Cómo fue cambiar de aire?
Llop me convenció desde un primer momento, además, porque mi idea era también salir un poco de la zona de confort, quería conocer otro ambiente, otro fútbol. Y así llegué al Deportivo Santo Domingo, el 9 de enero arrancamos la pretemporada. La ciudad se llama igual y está a tres horas de Quito, a mitad de camino rumbo a la costa del Pacífico. Y el club está actualmente en Segunda, lo que sería la tercera categoría. El objetivo es ascender a la Serie B, la Segunda.
¿Qué diferencias encontraste en cuanto a lo futbolístico?
Gracias a Dios todavía no me tocó jugar en la altura (se ríe). Y el fútbol acá es muy físico, mucho roce, sobre todo en esta categoría. Pero también hay buen pie, buen juego, muchos compañeros que me sorprendieron por lo que juegan. Es algo parecido al ascenso argentino, aunque acá regulan un poco más en cuanto a la intensidad.
¿Cuándo arranca el torneo y cómo viene la preparación?
El torneo arranca dentro de dos semanas, así que venimos haciendo partidos amistosos de seguido. Esta semana pudimos ultimar detalles y ahora se viene el último amistoso. El primero ganamos 3-0 y pude hacer un gol, en el segundo ganamos 2-0 pero no pude convertir. Igualmente lo que más me interesa ahora es estar bien físicamente para llegar en óptimas condiciones al debut.
¿Cómo es el día a día con el “Chocho” Llop?
El “Chocho” es un tipazo. Cuando llegó a Tristán Suárez solo lo conocía de nombre, de su paso por Platense, Newells, Rafaela, Huracán, Banfield, Racing y otros tantos clubes. Y enseguida cayó muy bien en el grupo. Es muy cercano al jugador, se preocupa constantemente por el plantel y se integra muy bien con el grupo. Tiene muchas cosas que son del gusto del jugador. Y te da mucha confianza. Y como persona, es uno más de nosotros, con mucha humildad, más allá de todo el recorrido que tiene. La verdad es que tengo una muy buena relación con él.
Me hablabas de la altura… ¿cómo manejas eso?
Mirá, Santo Domingo está en el llano, a 500 metros sobre el nivel del mar. Nosotros físicamente estamos preparados para jugar en la altura. Me dijeron que te podés marear un poco, pero si sabés cambiar el aire, podés regular un poco esos efectos. Estoy a la espera de vivir esa experiencia.
En cuanto al torneo… ¿cómo se juega?
Primero se juega un minitorneo zonal de nueve equipos y ahí los cuatro primeros clasifican a playoffs, mientras que además el primero pasa a la Copa Ecuador, algo así como la Copa Argentina. Y ya en los playoffs te empezás a enfrentar con equipos de la altura, de ciudades como Quito, Guayaquil o Cuenca. Ahí son partidos de ida y vuelta hasta la final. Y los dos finalistas ascienden a la Serie B.
¿Qué es lo primero que te dicen en Ecuador cuando le decís que sos argentino?
(Se ríe) Lo primero que me dicen, me hablan de la locura de los festejos por el Mundial de Qatar. Están sorprendidos por cómo se festejó. Y muchos acá hinchaban por Argentina, por el cariño que tienen por Lionel Messi.
¿Cómo vivis esta nueva experiencia personalmente?
Desde el primer momento me dije que iba a venir para aprender, para disfrutar que puedo hacer lo que me gusta, conocer otro país, otra cultura, otro fútbol. Quiero seguir creciendo como jugador, no me quiero conformar, tengo mucho por delante y este es el primer paso para demostrarlo.
¿Qué objetivos te proponés?
El primer objetivo es el ascenso, vine para eso, es algo importante para el club. Y después, quiero seguir creciendo. El año pasado jugué en la Primera Nacional de Argentina y el sueño era ascender a Primera. Este año me toca bajar una categoría y en otro país, pero creo que muchas veces hay que retroceder un paso para avanzar dos. Y mi objetivo final es jugar en Primera, ya sea acá o en Argentina, ser un jugador profesional de la máxima división.
Fuente: Primera Edición.
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