No importó el clima fresco y nublado, ni levantarse temprano un sábado. Con cerca de 35 chicos, se realizó el primer Encuentro de Natación Adaptada, una ocasión para que niños y jóvenes con diferentes discapacidades demuestren sus habilidades en el agua.
“Estamos trabajando para que se hagan más encuentros de este tipo”, aseguró la directora de la Escuela Municipal de Natación Adaptada, Maia Guastavino.
La cita fue en el Campool, la pileta climatizada de la Universidad Gastón Dachary.
Hasta allí llegaron niños y jóvenes de la Escuela Municipal, el CEFE 1 y Psicomotricidad en el Agua, todos de Posadas; mientras que desde Jardín América llegó la Escuela de Natación “Mbigúa”. La acción comenzó a las 8 y terminó cerca del mediodía.
El profesor Fernando Pérez tuvo la iniciativa y ofició de locutor de todas las actividades en la pileta. “Este es el primer encuentro que se hace de natación adaptada. La Escuela Municipal viene funcionando desde el año pasado, y participamos en algunos torneos de verano pero ahora estamos intentando que se hagan más encuentros de este tipo y que se unan varias escuelas”, señaló Guastavino a El Deportivo.
Fueron 34 chicos que se metieron al agua para participar de las distintas pruebas: las que se realizaron con tabla o flota flota, destinada a los más chiquitos; y luego las distancias de 12 o 25 metros en algún estilo o libre. “Hay chicos con discapacidad visual, algunos con discapacidad intelectual, TEA, retraso madurativo, discapacidades motrices y parálisis cerebral”, dijo Guastavino a la vez que destacó que la natación, además de los beneficios físicos “da autonomía. Hay muchos beneficios a nivel social”, remarcó.
Los protagonistas. Los más chiquitos también tuvieron su lugar en la pile.
Las semanas previas al Encuentro, los chicos se prepararon a full. “En cada clase dejamos un ratito para poder practicar y los chicos estaban muy entusiasmados”, dijo a El Deportivo la profe de la Escuela Municipal, Luciana López.
En cuanto al trabajo en las clases, López aseguró que “primero tratamos de hacer adaptación al agua, se hace algún juego acuático y empezamos con la técnica. La idea es que puedan defenderse en el agua e ir avanzando clase a clase con técnicas”.
“Muchos lo toman como algo terapéutico, pero nosotros tratamos de darles espacios más competitivos y recreativos también. La verdad es que tenemos un buen nivel y los que se van sumando van aprendiendo y amoldándose al grupo”, indicó López.
Para Nabila Bencivenga (15) no fue su primer encuentro, pero los nervios estuvieron presentes. Con disminución visual, la joven arrancó natación en noviembre pasado y ayer demostró sus habilidades en 25 metros en croll, espalda y mariposa. “La natación es un deporte que me gusta mucho y la verdad le tengo un cariño especial más que a cualquier otro porque lo hago desde que soy muy chica”, reconoció a El Deportivo.
Alan Rojas (16) tiene hipoacusia y retraso madurativo. Ayer hizo varias pruebas y en cuanto a cómo se preparó, indicó que “traté de no faltar a las clases y cuanto menos faltás, más preparado estás”. Además de natación que “me gusta porque me ayuda en la disciplina y a fortalecer”, hace taekwondo.
Fuente: Primera Edición.
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