1998. «Chucho», una gran figura

1998. "Chucho", una gran figura

José Javier Acasuso comenzó a jugar al tenis desde los cuatro años en el Rowing Club, hasta que pasó a integrar las filas del club Itapúa. Desde sus inicios, demostró una enorme riqueza técnica que lo hizo compartir carteles en la categoría infantiles junto a Guillermo Coria y David Nalbandian.
En noviembre de 1998, el Chucho, una de las promesas del tenis misionero con tan sólo 16 años, decidió abandonar la raqueta por el escaso apoyo económico que tenía para costear su carrera y la imposibilidad de sus padres de seguir solventando viajes e inscripciones para los distintos torneos.
El joven se fijó la meta de terminar el tercer año del secundario, en el colegio Roque González. Sin embargo, una llamada desde Mónaco en nombre del mismísimo príncipe Raniero le hizo cambiar de idea.

José Javier Acasuso
José Javier Acasuso

El mensaje que recibió decía que el principado europeo se había fijado en él para la concreción de un proyecto cuyo objetivo era la conformación de un equipo que lo represente a nivel internacional y tenía que viajar hacia allá el 2 de enero. La noticia sorprendió a la familia, pero más a José Andrés, el padre del jugador, quien atendió la llamada y pensó que se trataba de una broma, hasta que del otro lado la voz le brindó tantas precisiones que se le despejaron las dudas.

El interlocutor que emitió el mensaje y ofició de hada madrina fue Gustavo Giusani, un cordobés radicado en las tierras de Estefanía quien vio jugar al misionero cuando éste disputó un torneo en Francia y al momento de surgir la idea de Raniero fue uno de los primeros nombres que se le vino a la cabeza.

Fuente: El Territorio.

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