Central Norte dio un golpe nocaut el sábado pasado tras ganar 1-0 en Garupá (Foto: Marcos Isaac, El Territorio)
Cada año Crucero del Norte renueva las expectativas pero al mismo tiempo se sumerge en crisis deportivas profundas producto de bajos rendimientos, un armado deficiente del plantel o el desfile interminable de técnicos que no terminan por encajar en la estructura que pretende la dirigencia.
El pasado sábado el Colectivero hilvanó su tercera derrota al hilo en la tercera categoría del fútbol argentino, lo que desencadenó en la salida de Federico Rosso como entrenador. Se sabía que el experimento tenía altas chances de fracasar y así fue, a pesar de que el reciente retirado jugador parecía tomar impulso en las primeras semanas.
Fueron poco más de tres meses al frente del equipo con nueve partidos disputados, dos victorias, cuatro derrotas y tres empates. No son números para despreciar, pero el cortocircuito se generó en los últimos compromisos donde el equipo no jugó bien y prácticamente se despidió de la clasificación directa en la zona D.
A falta de cuatro fechas para el cierre de fase de grupos, el Colectivero está a siete puntos del último puesto verde y ahora tendrá que enfocarse en la Reválida. Además, se despidió definitivamente de una posible clasificación a la próxima Copa Argentina.
El camino más largo hacia el ascenso por el momento está oscuro sin un claro de luz a la vista. El presidente Dardo Romero y la cúpula dirigencial tendrán que moverse rápido para buscar a un nuevo DT y esta vez no fallar con la apuesta.
Fuente: Cristian Avellaneda, El Territorio.
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