“Lo estoy viviendo con mucha intensidad emocional”, subraya Mariela Delgado. La ciclista misionera tendrá en París sus terceros Juegos Paralímpicos, algo histórico para el deporte en Misiones y también es una pieza importante para el ciclismo argentino, ya que la posadeña es una de las deportistas que llega con buenas chances de lucirse en la delegación nacional.
Además, la posadeña viene de un año muy positivo siendo campeona en copas mundiales de paraciclismo y protagonista en mundiales en la categoría C5, por lo que es una de las ciclistas que siempre están en la lucha por medalla y ella, con su cuarto lugar en ruta en Río 2016, tiene ese pendiente y sabe que oportunidad está en París. Además, puede ser el cierre de su carrera, al menos paralímpica, aunque aún resta ver qué ocurre con sus sensaciones después de esta enorme cita.
Actualmente, la misionera se entrena en Galicia, España, lugar donde hace su puesta a punto para París junto a un equipo amateur, el Kiwi Atlántico-Craega. Mariela programó estos meses antes para la cita que se desarrollará del 28 de agosto al 8 de septiembre, y sintió que estar en Europa iba a ser lo mejor para encarar este proceso previo a la máxima cita del deporte mundial.
Delgado, quien por una mala praxis en su nacimiento tiene una lesión en un brazo (trastorno plexo braquial) que la limita para ejercer fuerza sobre el manubrio, está entre las mejores en el ranking mundial de la UCI en C5 y sigue haciendo historia en el paraciclismo con una carrera deportiva que quedará marcada entre lo mejor del deporte en la provincia y del país. Es que Mariela ha ganado de todo: fue medallista en Parapanamericanos, en copas mundiales y mundiales de la especialidad, además de sus diplomas olímpicos.
La ciclista de la tierra roja llega a Francia siendo campeona en las dos últimas fechas de la Copa del Mundo, en mayo; primero Ostende (Bélgica) y luego en Maniago (Italia) en las pruebas de pelotón en ruta. Además, en enero, fue subcampeona en Adelaida, Australia y “en lo anímico, suma un montón”, consideró.
“Vale la pena”
En cuanto a cómo está viviendo su preparación en Galicia, Mariela destacó que está “bien y como toda preparación tengo momentos por el cansancio físico, pero fue un proceso. Al llegar acá la sensación no era buena, el terreno era de mucho desnivel, distinto y sabía que eso un poco iba a costar, pero es lo que necesitaba hacer y fui agarrando de a poco mejores sensaciones y un poco más de ritmo”.
Pero la posadeña siente que todo es positivo poniendo en foco a París. “Fue duro, pero si vale la pena. No solamente por lo físico y por el terreno que me ayudó a mejorar, sino por muchas cosas que a veces se van poniendo en juego, por el grupo y el equipo con las chicas”.
Aunque sí hay un dato que pese a los meses que lleva por Europa aún no logra “domar” y es el de los horarios. “Me sigue costando mucho, más que nada por el tema de las horas del día, porque oscurece tarde, entonces como que todo se hace como más tarde. Por ejemplo, que esté oscureciendo recién a las 22 o 22.30 es muy loco porque nosotros, no estamos acostumbrados a eso, ponerte a cocinar la cena a las 9 y el sol está como si fuera a las 5 de la tarde en Argentina no daba, entonces todo se retrasaba más”.
Encima, la misionera es madrugadora, “y ya con este horario se hace todo más tarde y esas son cosas que hasta ahora las sigo tratando de manejar, pero lo que sí voy poniendo en la balanza, en positivo, el club, el grupo, la verdad que me siento cómoda y a gusto con mis compañeros. Ahora estoy viviendo en la casa del equipo, donde somos un grupo de latinos que quedamos porque se terminó la temporada y va viniendo y yendo gente. Pero súper bien, la verdad que es una experiencia muy linda”.
Mariela hoy tiene 38 años, empezó a los 21 a hacer ciclismo en Posadas y prontamente se ganó un lugar en la selección argentina y si bien sabe que físicamente los años pesan, también tienen un valor en cuanto a la experiencia. “No sé si es mi mejor momento, pero es distinto, el poder estar preparándome acá y que las condiciones son más duras, también considero que son mejores. No sé si seré la Mariela de antes, cuando por ahí era más como los caballos con las anteojeras -que limitan la visión a los costados-, ahora como que sí tengo un poco más abierta la mirada”.
El disfrute como premisa
La misionera siempre fue una persona muy enfocada, autoexigente, pero con el paso de los años y sobre todo ante el inminente paso por sus terceros Juegos Paralímpicos, Mariela comenzó a disfrutar, también producto del trabajo psicológico que lleva adelante con una profesional en el Cenard, donde reside hace varios años.
“Estoy disfrutando un poco más porque tengo mucho más trabajo en mí, por los años de terapia con Andrea -su terapeuta-, en la parte psicológica, lo espiritual, y si bien así todavía tengo mi resistencia y tengo muchas barreras, muchas cosas que voy superando gracias a este acompañamiento profesional y al acompañamiento afectivo que tengo de mi familia y de mis amistades. Ya no soy por ahí la Mariela de antes que era un poco más fría, que iba con esas orejeras que en función del objetivo y pasaba la vida. Siento que tengo más sensibilidad y lo voy sintiendo un poquito más fuerte todo”.
Y apuntó que justamente este proceso en comparación con otros Juegos: “Lo estoy viviendo con mucha intensidad emocional. La clasificación estaba y bueno sabemos las condiciones que está el país, sabemos como deportistas argentinos que uno se las tiene que rebuscar, uno tiene que administrarse en lo mínimo posible en todo para poder dar lo mejor y entonces como que abrí ese panorama y me propuse disfrutar más y en París saldrá lo que saldrá, podría haber querido algunas cosas mejores, pero esto es lo que soy ahora, en esta forma es la que estoy trabajando”.
Corazón ante la falta de recursos
Este planteo en los recursos económicos escasos, con los que los deportistas argentinos tienen que lidiar, además del entrenamiento, son moneda corriente en París, tanto en convencionales como en adaptados, pero de igual manera los representantes nacionales le ponen además el corazón para hacer lo mejor posible, como es el caso de Mariela que con mucho esfuerzo está en Galicia entrenando para llegar bien a París.
“Estas son las condiciones que hay y es en la que me voy a enfocar en la posición que estoy, mirando desde adelante y trabajando con lo que tengo y no me excuso con lo que podría haber sido o hecho (con más apoyo), entonces por eso con todo lo que me fue costando, con todo lo que fui pasando, dije ‘lo tengo que disfrutar’”.
Finalmente, ante la pregunta del objetivo marcado para este París 2024, Mariela sonriendo y pensativa estampó un “me lo guardo para mí, después de París si sale lo hablamos”, y ojalá ese silencio como se dice “para no quemar” la meta termine con los deseos cumplidos para una enorme deportista.
-Nacimiento: 26 de julio de 1986 en Posadas, Misiones.-Logros paralímpicos (y algo más): Mariela Delgado debutó en Río 2016, y su mejor registro fue un gran cuarto puesto en pelotón en ruta, y también estuvo en Tokio 2020. En cada Juego se llevó tres diplomas. En el plano Parapanamericano en Toronto 2015 , logró dos medallas doradas y una plateada, en Lima logró oro, plata y bronce y en Santiago 2023 fue medalla de plata. También sabe lo que es subirse a podios en campeonatos mundiales y copas del mundo.
-El dato: la ciclista misionera en Toronto 2015 fue la primera atleta en la historia del deporte argentino en participar en un mismo Juego Panamericano y Parapanamericano.
Juegos Paralímpicos
PARÍS 2024 – LOS MISIONEROS
Mariela Delgado-Paraciclismo C5
29/08: 500 metros
01/09: persecución individual
06/09: Pelotón de ruta
Ariel Atamañuk-Paracanotaje
06/09: Eliminatorias
07/09: Semifinales y finales de kayak (KL2 200 metros)
08/09: Semifinales y finales de canoa (VL3 200 metros)
Mario Ríos-Fútbol masculino para ciegos
01/09: Argentina-Marruecos
02/09: Argentina-Colombia
03/09: Argentina-Japón
05/09: Semifinales
07/10: Finales por medallas
Fuente: Roxana Ramírez, El Territorio.
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