El jugador nacido en Candelaria y nacionalizado paraguayo falleció sorpresivamente a los 46 años producto de un infarto. Delantero de cuna, jugó en varios equipos a lo largo del mundo.
En los últimos tiempos las redes sociales lo habían atrapado y le servían como canal para recordar esos arranques eléctricos, alguna gambeta indescifrable o algún gol que ayudó a tejer el idilio con los seguidores, principalmente en Escocia. Radicado en Asunción, su segundo hogar en la vida y que fue el trampolín para su carrera deportiva, Fabián “Mono” Caballero se codeaba con el mundillo futbolístico: amistosos, partidos a beneficio y también algún encuentro de futsal formaban parte de su itinerario.
Pero el viernes a la noche la vida le dio un adiós fulminante. Imprevisto, sorpresivo y paradójicamente en el lugar que más le gustaba, jugando a la pelota. “Estaba jugando un partido de futsal en un club tradicional (General Genes del barrio Villa Morras), faltaban dos minutos para terminar y le dio un infarto fulminante”, contó una fuente desde Asunción a El Territorio. Fue trasladado al hospital Bautista, donde finalmente confirmaron su fallecimiento.
Fabián jugó tres partidos en el primer equipo de Arsenal, en la temporada 1998/99.
El paso por la Franja fue la vidriera. Epifanio Rojas, reconocido intermediario del vecino país, lo llevó a Tembetary, paso previo a Cerro Porteño. Y fue en el Azulgrana que la rompió (NdeR: fueron semifinalistas de la Copa Libertadores 98 con Sergio ‘Teco’ Recalde y anotó un gol ante Barcelona de Ecuador en el Defensores del Chaco), lo que le valió el interés del Arsenal inglés. Hace un par de años, consultado por El Territorio de por qué no se quedó en los Gunners, fue claro: “El empresario dueño de mi pase pidió una millonada de dólares y desistieron”.
Su paso por la Franja fue la vidriera al mundo; fue campeón con la clase 78.
Sin embargo, su carta fuerte la jugó en Escocia: con los colores de Dundee FC se convirtió en ídolo, a tal punto que los hinchas le hicieron una canción y la coreaban con frecuencia. Allí compartió equipo con El Hijo del Viento, Claudio Paul Caniggia y con Alberto ‘Betito’ Carranza, ex Racing y Boca.
Fue un trotamundos de la pelota, ya que jugó en 18 equipos entre los destinos mencionados, además de Corea del Sur, Chipre, Grecia, Guatemala y Chile, además de Paraguay, ocasión en que vistió los colores de Olimpia y se retiró en Deportivo Recoleta en 2014.
Con su familia radicada en Asunción, también en los últimos años llegó a militar en política y se mostraba más verborrágico en redes por cuestiones ligadas al fútbol, principalmente con Cerro, su viejo amor. Intercambiaba momentos con ex futbolistas, como el ex capitán de la Albirroja Paulo Da Silva -también ladero en Cerro- o el Chiqui Arce. Precisamente el primero de ellos le confió a El Territorio que fue “terrible” lo sucedido.
“Oh Caballero”, vitorearon los hinchas escoceses del Dundee. El eco aún resuena y el nombre del misionero se agranda. Quedará como un sueño la propuesta de un productor de armar una serie con su historia. Igual, el Mono ya sabe que hizo historia en el lugar en el que esté; siempre, siempre… con la redonda.
Fuente: Gilberto Pérez, El Territorio.
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