Si había un partido clave para Crucero, era frente a Unión de Sunchales. Era la final anticipada del Argentino A, y estaba claro que el ganador del juego que protagonizaron ayer los dos líderes del Pentagonal final iba a dejar muy bien parado al ganador.
Pero el Colectivero dejó escapar una chance irrepetible, cayó 1-0 de local (cedió el invicto en el Andrés Guacurarí) y ahora no depende de sí mismo para ser finalista.
El que se equivocaba perdía
Así de simple pintaba el partido. Y Unión, tal como lo hizo Crucero en Paraná en el arranque del Pentagonal, entendió que como visitante los partidos se “pelean”, no se juegan, y en este sentido impuso presencia y cortó los sociedades que por momentos intentaron construir Brítez y Cabrera.
La ubicación de Soto más como punta que como enlace le restó argumentos creativos al conjunto misionero, que esta vez apostó todo a alguna genialidad de Pey. Sin la salida que otorga Mosevich (suspendido) por el costado derecho de la cancha, Brítez no encontró un socio en Correa, y fue ahí donde el equipo verde encontró tranquilidad.
Según los números, frente a frente estaban los dos mejores equipos del torneo. Con argumentos similares, con defensas sólidas y con algunos “distintos”, ambos sabían que, en caso de no poder ganar, no perder resultaría cuanto menos no perjudicial.
Sin dudas Crucero sintió las cuatro bajas previas. Aunque Unión no se caracterizó por atacar y cambiar golpe por golpe, la inyección anímica y futbolística que puede apostar Gamarra en el círculo central se sintió, y el adelantamiento de Soto restó más de lo que sumó.
Un error y a cobrar
Crucero arrancó el complemento con todo. A los 5’, después de un tiro libro que nació de una corajeada de Tomasini, Yegros Tejada tuvo su primer contacto vía aérea con el balón, pero su cabezazo se fue a centímetros del palo izquierdo de Núñez. No conforme con ello, el ex atacante de Guaraní pudo tener revancha segundos más tarde, cuando una perfecta asistencia de Brítez lo dejó mano a mano con el uno visitante, pero su intención de eludir a Núñez se fue larga y la jugada se terminó diluyendo.
Pero la jugada que definió el partido llegó a los 13’, cuando Franco, el arquerito de 17 años que reemplazó al desgarrado Gaona (no jugaría más en el Pentagonal), pifió feo una pelota que parecía no tan complicada, y la pelota le quedó servida a Leischner, que frente al arco sólo la empujó para el 1-0.
Enseguida el local se quedó con uno menos por la expulsión de Rodríguez, y a partir de ahí quedó todo a pedir de Unión (S), que de manera inteligente controló el pleito.
García, mano a mano, pudo haber liquidado el partido a los 40’, pero Franco adivinó la intención y mantuvo con vida al dueño de casa.
Pero sólo por unos minutos. Minutos más tarde vio la roja Cabrera por una infracción violenta y Unión, con dos hombres más en campo, se defendió con varios hombres, aprovechó los huecos del Colectivero y optó por dedicarse a hacer correr la pelota frente a un Colectivero que cayó en su propia impotencia, más allá de estar cerca de la heroica.
Dechat arriesgó fuerte con los ingresos de dos delanteros por un defensor y un mediocampista, pero la falta de idea de los principales intérpretes no permitió llegar con claridad.
Crucero perdió algo más que el invicto. Resignó una chance única como para cortarse y ahora está obligado a ganar en Salta. Pero la esperanza no se pierde.
Fuente: territoriodigital.com
Comentarios recientes