Quedó un sabor agridulce, porque Crucero lo pudo haber ganado el partido en Santiago del Estero. Es cierto que Central en su cancha es complicado y la historia no le jugaba a favor al equipo de Misiones, que nunca había marcado ni siquiera un gol en ese estadio, pero en la primera parte, el equipo de Fulgencio Alfonso otra vez (como ante Talleres) jugó en gran nivel, se puso en ventaja, generó varias situaciones de gol y a pesar de que una distracción en defensa le dio el empate a Darwin Barreto, un penal en los pies de Cuqui Márquez pudo cambiar la historia, pero el arquero Trejo lo contuvo.
El punto sirve porque pocos equipos van a poder llevarse algo de ese escenario, que impresiona por su estructura de cemento lo que provoca una acústica muy especial cuando la hinchada empieza alentar. Crucero en la primera parte, fue el dominador absoluto del juego, con la elegancia de Gamarra para distribuir en el medio, el acople de Recalde por derecha y la movilidad de Soto en la creación. Márquez picaba siempre generando espacios y al que le costaba enganchar la sintonía era Martín Escobar Fretes, quien no se mostraba para triangular ante una defensa como la santiagueña que dio muchas ventajas con su línea de tres.
Cuando Escobar se asoció con Márquez por izquierda, ingresó mano a mano en el área y definió cruzado ante la salida de Trejo. La ventaja 1-0 era más que justificada para los misioneros, que hacía muy bien los relevos en defensa y Schab casi no la tocaba. Central, herido en su amor propio, lo buscó sólo con pelotazos para el uruguayo Barreto, que con la potencia conocida, complicó en todo el frente del ataque. Y de tozudo, encontró la igualdad cuando no hubo comunicación entre Schab y sus defensores y el atacante la empujó para el 1-1.
Con el empate, salió Crucero a buscar el segundo y encontró más espacios todavía ante un elenco santiagueño que se desordenaba en el fondo, con el afán de ir a buscar el triunfo. Y en una contra, bien manejada por Derlis Soto, el paraguayo fue derribado en el área y Mazón decretó la pena máxima. Del penal no se encargó Dardo, el responsable del cobro, sino que fue el goleador Cuqui Márquez, quien remató suave a un costado y permitió la contención del arquero suplente Ariel Trejo. Eso significó, por algunos minutos, un cimbronazo en Crucero, que perdió las marcas y con un par de remates de media distancia, Central casi cierra el primer capítulo en ventaja.
De movida en el segundo tiempo, el técnico local reemplazó al inoperante Giampietri y al atacante Contreras, para darle la oportunidad a Salvatierra y Britos. El primero se movió por la derecha con mucha movilidad y el segundo, intentó imponer presencia con su robustez física. Ante esta situación, Central se repitió en los centros para Britos y Barreto que los central y Schab cortaron casi siempre. Quizás por el desgaste del miércoles, el largo viaje y la alta temperatura en la región, el medio misionero ya no tuvo el mismo despliegue de la primera parte y a Gamarra lo presionaban cerca de su propia área. Igual de contra Crucero tuvo un par de situaciones con Derlis Soto y Cuqui Márquez que pasaron cerca y nada más.
Sobre el final todos valoraron el punto, porque sumar de visitante siempre es muy importante en un torneo tan duro como el Argentino A y sobre todo en una zona tan pareja. El periplo del equipo de Misiones continuará el próximo fin de semana en Lincoln ante Rivadavia, en el partido Interzonal. Será el partido presentación de Daniel Raschle como entrenador.
Fuente: club Crucero del Norte.
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