La pandemia puso un alto a la rutina del mundo. Obligó a parar la pelota y a analizar el cómo seguir. Cuando las restricciones aflojaron y todavía no se podía competir, un grupo de futbolistas y ex futbolistas empezaron a entrenar para estar listos cuando regresara la actividad.
Rodrigo Bareiro es uno de los impulsores del proyecto. Foto: Natalia Guerrero
El objetivo principal es enseñarles a los chicos cuestiones futbolísticas y una manera de jugar, pero también brindarles herramientas para desenvolverse en el mundo del fútbol. En esa faceta aparece la experiencia de quienes comandan el proyecto. Tanto Da Silva como Bareiro tienen muchos años en el mundo de la redonda y, por eso, pretenden aprovechar lo que les ocurrió a lo largo de sus carreras para mejorar las chances de los pibes que entrenan.
“Con Ezequiel Da Silva nos conocimos desde que yo era como uno de esos pibitos de la academia. Él armaba equipos en el barrio de mi tía y yo jugaba. Así nos conocimos y ahora coincidimos en Nápoles”, recordó Rodrigo Bareiro, quien es subcoordinador de la academia y entrenador de la sub 15.
La academia comenzó con 30 chicos y hoy son más de 200 los jugadores.
El posadeño se fue de adolescente a jugar a Estudiantes. En La Plata vivió en carne propia el desarraigo y también vio cómo funciona un club top en Argentina a nivel inferiores. A partir de esa experiencia y del recorrido que luego tuvo en el fútbol argentino, Bareiro intenta darle a sus dirigidos mejores posibilidades.
“Apuntamos a enseñarles a cómo jugar, a encontrar los espacios, a tener las nociones de juego. La idea es que no dejen el fútbol a cierta edad. Pero también queremos formarlos como personas, que cuenten con herramientas para el futuro. Tenemos charlas con nutricionistas y con psicólogos. Tratamos de abarcar la mayor cantidad de áreas”, explicó Bareiro.
Es que más allá de lo que pasa en la cancha, quienes están al frente de la academia tienen claro que la deserción del deporte en ciertos momentos se debe, en la mayoría de los casos, a factores externos. Un corte a fin de año en una categoría significa una frustración muy grande para los chicos y por eso buscan hacer un acompañamiento integral de los chicos a los que entrenan.
Aumento exponencial
“Arrancamos con 25 chicos y hoy tenemos más de 200. Hoy tenemos que hacer pruebas por el tema de los cupos”, contó Bareiro en referencia a la buena repercusión que tuvieron con el proyecto.
Gran parte de ese aumento de jugadores se debió a que desde la academia se buscan pruebas para que los chicos sigan sus carreras en otros clubes. “Tenemos más de 30 chicos que llevamos a Buenos Aires y tratamos de acompañarlos en todo lo que podemos”, explicó Bareiro.
Pero el trabajo en la academia puede entenderse como una contraposición a los clubes. De hecho, muchas veces se les criticó que llegan a ocupar el lugar del club y, entonces, la pelea pasa a ser por los posibles futuros derechos de formación de los chicos.
“Nosotros queremos que los chicos jueguen. Si los chicos quieren entrenar lo hacen, si quieren jugar lo tomamos. La idea es que los chicos se perfeccionen y vayan a probarse. Siempre les decimos que si se van a probar tienen que ir a hablar con el club, porque es lo correcto”, aseguró Bareiro.
Lejos de querer quitarle protagonismo a los clubes, desde la academia buscan complementar ese trabajo. Que sea el lugar para darles un salto de calidad a los chicos y que puedan abrirse camino en el mundo del fútbol.
“Por ahora no tenemos intenciones de jugar en Primera. Tenemos sub 15 y con esos chicos vamos a formar la sub 17. Los chicos juegan para El Brete porque necesitan competencia, pero también hay otros que juegan en sus clubes”, graficó el entrenador de la sub 15 acerca de la metodología usada con los clubes.
Además de Bareiro y Da Silva, los impulsores del proyecto, Cristian Risko, Pablo Motta, el preparador físico Nelson Kleiniving son algunos de los profesionales que trabajan en la Academia Nápoles, que tiene como uno de los casos emblema a Lautaro Butkovsky.
El juvenil se probó y quedó en Banfield y hace unas semanas fue convocado a la sub 15 de la selección argentina. Butkovsky fue uno de los primeros alumnos de la academia, que busca agregarle valor a la buena materia prima que hay en la Tierra Colorada.
Fuente: Diego Vain, El Territorio.
Comentarios recientes