Después de que se conociera su suspensión por dos partidos a causa de la pelea con un grupo de socios de Boca en La Bombonera, Sergio Romero salió a pedir disculpas nuevamente por la imagen que dio tras la derrota del equipo de Diego Martínez en el Superclásico ante River. Además, contó que le explicaron los motivos de su sanción y reclamó que hubo penal de Franco Armani sobre Milton Giménez en el gol anulado por mano en el cierre del encuentro.
«Quiero expresar lo arrepentido que estoy de lo que sucedió. Uno es profesional y hay que saber que uno tiene que tener la mente en frío y meterse al vestuario. No pude controlarme en ese momento, estaba enojado con el árbitro porque pensaba que lo de Milton había sido gol. Tuve una reacción fea y pedí disculpas al presidente, a mis compañeros y a mi familia. Hay que tratar de tirar para adelante para seguir con la situación», expresó el misionero en una charla con el canal de Boca.
De acuerdo a los videos que circularon como reguero de pólvora en las redes sociales y las cámaras de la transmisión oficial, Chiquito reacción intempestivamente a un grupo de fanáticos que lo insultaron cuando se encaminaba hacia la zona de vestuarios. El golero saltó la valla y se midió cara a cara con ellos, pero la situación -contenida por sus compañeros y los empleados de seguridad- no pasó a los golpes de puño.
«Tuve una reunión después del entrenamiento. Me comunicaron la sanción y obviamente entiendo que, cuando sucede un acto de esta magnitud, tiene que haber una sanción, para que no se vuelva a repetir. Hablamos un poco de eso y del partido. Hay que tratar de sacar al club adelante entre todos», agregó.
La cuenta oficial del club de la Ribera publicó que Romero estará afuera de la lista de convocados por los dos próximos partidos, que serán ante Belgrano (24 de septiembre en Córdoba) y Argentinos Juniors (6 de octubre en el estadio Alberto J. Armando). Por lo tanto, Leandro Brey, el joven arquero proveniente de Los Andes en 2022 y elogiado hasta por el presidente Juan Román Riquelme, tomará la posta y estará presente en el arco boquense.
En este sentido, el misionero reveló algunos entretelones de la charla que tuvo con su familia, que había colgado una bandera suya pidiendo silencio en los palcos, tras el escándalo: «Mi mujer es el sostén, la que baja mi cabeza a tierra cuando no conseguimos los resultados. Hoy tengo sangre en el cuerpo y me duele cuando al equipo no le va bien. Ella hace que esté tranquilo. El fin de semana que viene tenemos que lograr un objetivo. Boca es un club grande, que necesita que los resultados estén. Mi hija vivió toda su vida afuera y lo primero que pisó cuando llegamos fue La Bombonera. Hoy sufre, llora y se pone triste por Boca. Pasó de querer ser tenista a sufrir por Boca. El otro día había caras de culo en mi casa. Tuve que poner la cara con mi familia y decirles que me equivoqué. Ir a la cancha es disfrutar y volver con la cabeza fría».
Fuente: El Territorio.
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