Para algunos se veía venir, pero a la mayoría le causó sorpresa: Atlético Misiones envió el viernes una nota a la Liga Posadeña de Fútbol solicitando la desafiliación, como consecuencia del fallo del Tribunal de Penas, que, sin darle siquiera la chance del descargo, le hizo perder los puntos del partido el sábado 21 pasado ante La Picada, por la primera fecha.
Hace rato que el Tricolor, que tuvo su año de gloria en 2005 con la conquista del torneo local y provincial, ya no era el mismo: falta de inversión económica, un plantel diezmado, estancado y sin motivaciones, hacían presumir quizá un abrupto final, y para algunos la idea no seguir jugando ya rondaba en la cabeza del dueño del estadio y el club, Carlos Carabaote, desde hace rato.
Lo que sí sorprende es que Atlético Misiones, que bien podía haberse amparado en el reglamento –de jugar un solo torneo por año y no estar en este Clausura- haya enviado la nota de desafiliación, que seguramente será aceptada por el CD de la Liga. Lo malo es que cientos de chicos del exitoso semillero tricolor quedarán con la ilusión destrozada.
LA LIGA ACTUÓ MALNos sorprendió el jueves la urgencia con la que se tomó y se dio a conocer el fallo del partido que el sábado 21 se había suspendido en el Pasaje Labat, cuando los dirigentes y el técnico Tuti Boede no quisieron jugar el partido de la primera fecha ante La Picada porque, según argumentaron, la intensa lluvia que cayó después del mediodía dejó a la cancha en malas condiciones, inundada y con barro.
El árbitro Hugo Mega quiso jugarlo, el club local se negó, no delineó la cancha y el partido se suspendió. A nuestro criterio, en principio falló la Comisión de canchas (¿habrá actuado?) y tampoco primó el sentido común, más allá de que el juez es el único que tiene la facultad de suspender o no un encuentro.
Pero la falla principal de la Liga, o del Tribunal de Penas está en haber dictaminado una resolución en tiempo récord, sin seguir los pasos reglamentarios, porque ni siquiera le dieron la posibilidad del descargo al Tricolor, algo tan obvio como necesario, que además está fijado en el reglamento.
Sería una verdadera pena que el Tricolor, más allá de que esté en manos privadas y participe recién desde el 2002, deje de jugar y que se confirme su desafiliación de la Liga.
Se trata de un club que le da contención no sólo al barrio sino a buena parte de la sociedad posadeña, con una decena de equipos en las inferiores liguistas y con chicos que sueñan con llegar algún día a ser futbolistas.
Otra mancha más a la Liga Posadeña, y lo peor es que nadie hace nada.
¿No hace falta un cambio urgente?
Fuente: www.tendenciadeportiva.com.ar
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