Guaraní perdió por 1 a 0 frente a Mandiyú y nuevamente pagó caro la carencia de gol que se está poniendo en evidencia en las últimas fechas, que no está en consonancia con el buen juego que despliega, el dominio territorial en cada uno de los partidos y con la creación de jugadas de riesgo frente a la valla adversaria. Es decir, Guaraní juega bien, domina, su fútbol es exquisito, pero no convierte goles. En fútbol, todo un pecado.
Si a ello le sumamos lo que ya se hizo lastimosamente crónico, habitual, una costumbre, la actuación «localista» de los árbitros cuando la franja juega de visitante (alguna vez hay que decirlo) y la neutralidad de los jueces (está bien que así sea, pero cuando juega de local y de visitante) cuando dirigen en Posadas.
Este sábado nuevamente perjudicó abiertamente a Guaraní con sus fallos, el árbitro cordobés López, y principalmente sus jueces de línea que «inventaron» posiciones adelantadas inexistentes a los delanteros franjeados en claras situaciones de gol y ambos «colaboraron» también para las expulsiones de Valdez y Cappelletti, en la parte final del encuentro.
Los futbolistas franjeados se pusieron nerviosos por la descarada forma de hacer pasar los minutos sin estar en juego la pelota por parte de los jugadores locales, ante la absoluta pasividad del juez. Por esta situación Valdez reclamó al juez de línea y fue expulsado por exceso verbal (ya estaba amonestado) y Cappelletti forcejeó con Larrea que tenía la pelota en la mano (no se la entregaba) para realizar un saque lateral y el delantero paraguayo de Mandiyú simuló un golpe, se tiró al piso y Cappelletti vio la tarjeta roja, por supuesta agresión.
La reiteración de expulsados (conociendo lo «celoso» que son los árbitros cuando Guaraní juega de visitante, hay que tener mucho más cuidado con estas evitables expulsiones) también le crea un nuevo problema a Telmo Gómez, ante las lesiones de Tobías Albarracín y Gonzalo Bidal, para el partido frente a Sol de América, el próximo fin de semana en Villa Sarita.
En cada una de las oportunidades en que Claudio Torres asumió la titularidad en el equipo, no logra aprovecharlo en plenitud y nuevamente en este partido malogró oportunidades propicias para lograr el empate, largamente merecido por parte de Guaraní y entonces se recuerda nuevamente que Luis Núñez no jugó por no entrenarse normalmente durante la semana. No logra, Torres, afianzarse como titular, pese a las numerosas oportunidades que tuvo hasta ahora.
Fueron tantas y tan claras las ocasiones desperdiciadas por Guaraní, especialmente en la segunda etapa, en los pies y la cabeza de Morales (tuvo varias ocasiones), Torres, Bianchini, Ramírez (de muy buen primer tiempo) y hasta Portillo y Moyano.
El gol llegó muy temprano, a los 7 minutos, cuando Duré eludió en un mano a mano a Valdez (de un impensado bajo nivel) y su centro fue conectado con golpe de cabeza por Walter Larrea para convertir el único tanto del partido.
Es casi una reiteración de cada una de las fechas que Guaraní mereció mejor suerte, y es cierto, pero también es cierto que con merecimientos no se ganan partidos, hay que concretar en la red esos merecimientos. De lo contrario sirve de poco, lastimosamente.
Es lindo verlo jugar a Guaraní, con seguridad es el equipo con el fútbol mas exquisito de la zona, pero ahora que los correntinos (con seis puntos ganados fuera de la cancha) están a un solo punto. Muchos opinan, que podría no ser tan lindo verlo jugar a Guaraní, pero que gane los encuentros.
Pero en esta polémica de nunca acabar sobre el tema, otros dicen que a la larga se clasifica el que juega mejor. Y el que juega mejor es Guaraní. Sin duda alguna. La absoluta mayoría en Misiones espera precisamente eso: la clasificación.
El panorama se puede aclarar un poco más el próximo fin de semana cuando Patria reciba a Mandiyú. De ganar los formoseños se agigantaría las posibilidades de Guaraní, que el domingo recibirá a Sol de América.
Fuente: www.clubguaraniaf.com.ar
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