El equipo comandado por Pablo Motta mantuvo la categoría hace seis días atrás y hoy esperaba un resultado para saber si se clasificaba a la segunda ronda de la Reválida; finalmente el desenlace fue otro y el Colectivero le dijo adiós a la pelea por el ascenso.
Y es que Crucero necesitaba una derrota de Gimnasia de Concepción del Uruguay que se jugaba esta tarde el partido de desempate por el descenso ante Unión de Sunchales. Finalmente el Lobo entrerriano ganó 2-0, sentenció la suerte del Bicho Verde y como bonus se quedó con el boleto a la siguiente ronda de la Reválida que se había ganado en buena ley pero que estaba en suspenso por estar involucrado con un posible descenso.
Sin dudas fue una de las temporadas más sufridas para el elenco de Santa Inés que no encontraba los caminos hasta la llegada de Motta. El Gato se hizo cargo de la conducción técnica con casi nula experiencia en el cargo y sacó adelante una situación que parecía irremontable.
En número concretos, el jugador leyenda del club agarró el hierro caliente con 12 partidos sin conocer la victoria y en las últimas cinco presentaciones logró ocho puntos de 15 posibles. Ahora deberá definir la dirigencia si sigue apostando a Motta para la próxima temporada o quemará las páginas para escribir otras nuevas.
Fuente: El Territorio.
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