Es inevitable ilusionarse. La chance de vestir la camiseta argentina en los Juegos Olímpicos de Río 2016 está latente. Los días corren, las listas pasan y el filtro lo va dejando dentro del equipo.
Sí, porque días pasados el “Tata” Martino dio a conocer los 35 nombres que siguen en carrera para afrontar el desafío en tierras brasileñas y allí está Martín Benítez, el futbolista nacido en la tierra colorada que en este último campeonato sacó a escena su mejor versión con la camiseta de Independiente y se anotó en la carpeta de los seleccionados albicelestes.
“La verdad que estoy ilusionado. Sería muy lindo poder estar en el equipo definitivo. A veces el fútbol no todo es color de rosas como se piensa. Es por eso que cuando te tienen en cuenta para jugar en la selección uno se siente motivado se disfruta, porque demuestra que está haciendo bien las cosas”, expresó el delantero nacido y malcriado en Villa Cabello, que dejó de lado la frialdad del fútbol profesional y llegó unos días a Posadas para pasar lindos momentos junto a su familia.
“Muchos colegas optan por viajar a playas de Miami. Yo la verdad disfruto mucho viniendo a Posadas a visitar a mis padres y los amigos. Eso me hace sentir muy bien”, reconoce Martín.
Caminando la ciudad como uno más y recibiendo el afecto de aquellos que lo conocen por la calle, Martín aceptó la invitación y llegó al programa Revista 12, donde en medio de la merienda también compartió conceptos con De Primera.
Si bien Independiente no logró los objetivos fue un buen año para vos.
Sí, la verdad que sí. El técnico me dio la confianza y pude responderle. Creo que es lo que necesita todo jugador para crecer. Pellegrino apostó en varios partidos a mi juego y por suerte me fue bien.
¿En qué quedó lo de tu pase al Galatasaray?
Y, uno siempre sueña con jugar en Europa, es el paso que todo jugador quiere dar. Pero no fue el momento y no se llegó a un acuerdo. Pero eso no me afecta. Yo siempre digo que si las cosas no se dan es por algo. Ya habrá otra chance. Si Dios quiso que esté acá, fue por algo. Y fijate, ahora se me abre esta posibilidad de estar en los Juegos Olímpicos. Además, jugar en uno de los equipos más grandes de Argentina también es una satisfacción para mí.
¿Qué opinás de la decisión de sumar el ojo de halcón a la Copa América?
Creo que el fútbol no debe perder ese folclore de la duda en determinadas jugadas. Pero también pienso que será un buen aporte para los árbitros porque está habiendo muchos problemas, hoy hay muchas cosas en juego. Pero esto es así, el que se ve perjudicado siempre se va a quejar y el que está favorecido dirá que está bien.
¿Cómo te llevas con el Bocha?
Y, Bochini es una de las glorias que tiene el fútbol argentino y tengo una gran admiración. Mi viejo y mis amigos que lo vieron jugar siempre me hablan y me cuentan lo que significa. Tengo una relación muy buena, justo antes de salir hablamos, vino a casa y le di un regalo (una camiseta para un sobrino que es fanático mío). Es un grande y siempre me alentó en los momentos difíciles.
Valorás mucho la familia
La verdad que sí. Dicen que soy el mimando de mamá, cuando vengo me da todos los gustos y mis hermanos se ponen un poco celosos (risas). Disfruto mucho cada vez que vengo. Me siento muy bien cuando estoy en familia.
¿Pudiste disfrutar del fútbol cuando eras chico, o las presiones te jugaron en contra?
Yo me fui a los 13 años. Debuté en primera a los 17 y no fue fácil. Más que nada, siempre lo digo, que cuando estás en inferiores disfrutás. Pero cuando llegás a primera ahí se siente otra obligación. Ahí si te va bien sos un genio, pero si te va mal todo se hace muy difícil. De todas formas, siempre hay algo de disfrute porque estás haciendo lo que más te gusta que es jugar al fútbol.
Cómo ves la historia del Rojo ahora con Milito?
Bien, bien. A mí me tocó jugar con él. Fui compañero como futbolista y cuando él estaba a cargo de la reserva también me dirigió. Vamos a ver como nos va ahora, pero tengo una muy buena relación.
¿Cómo vivís estos días, sabiendo que estás en esa lista previa de los Juegos?
Estoy con muchas pilas y entusiasmado. Estoy de vacaciones pero no abandoné los entrenamientos, cuidándome para estar en buenas condiciones. Ojalá se dé. Es un lindo desafío.
Cuando venís a Posadas, ¿sale un fulbito o preferís cuidarte?
Siempre sale algo con los amigos, si es posible con un asadito de por medio. También me gusta mucho el tenis y cuando puedo vamos a jugar con mi suegro.
Así, disfrutando del afecto del pueblo futbolero de Misiones que se siente representado cada vez que lo ve en escena, Martín pasó unos días en la tierra colorada y alimentó el corazón con los afectos antes de regresar a los entrenamientos con el Rojo.
Ahora, con el objetivo de seguir creciendo, este delantero “picante” vivirá horas de expectativa esperando la última lista de Martino de cara a los Juegos Olímpicos.
Fuente: Primera Edición.
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