El autódromo Rosamonte tiene signos de trabajo, como esos callos de aquellos que trabajan con el físico, como los restos de mezcla que quedan en una construcción recién terminada.
Por ese trabajo, Posadas se ganó un lugar casi inamovible en el calendario del Turismo Carretera. “El Clásico de Junio”, como lo conocen desde el centro de la ACTC, se pondrá en marcha este jueves, sin vueltas en pista, pero con el ingreso de camiones y puesta a punto de cada uno de los boxes.
Desde las 6, aquellos camiones que ayer estaban en las calles linderas al autódromo empezarán a buscar su lugar, a bajar los más de 70 autos que estarán en pista (entre TC y TCP) y desde allí se empezará a hablar de candidatos, de marcas con mejor rendimiento, de polémicas por sanciones y de aquellos nombres que ya supieron subirse a lo más alto en las seis fechas que Posadas tiene sobre sus espaldas.
Pero antes, cada piloto dará los giros que crea necesario dentro de los 4370 metros que componen el asfalto posadeño, y se encontrará con nuevos panoramas.
De aquellos dos traumáticos vuelcos en 2012 (de Ardusso y Grobocopatel, ambos de TC Pista) en la parte nueva del circuito, pasarán a ver 30 metros lisos y la correspondiente pared de 90º antecedida por la leca.
Será nueva la vista en el ingreso a la curva 0 (que une el cierre de la parte nueva con la vieja), donde la vía de escape ronda los 80 metros, un número exagerado pero necesario. Verán con nueva incertidumbre el paisaje que se crea en la curva 1, donde la ahora ex curva ciega pasó a tener otros 20 metros de salida y posterior vista previa a la segunda variante, previa al puente.
Y si alguno de los corredores quiere interactuar con el público, se sorprenderá al ver gente en las afueras del escenario. Aquel sector B ya tiene sus parcelas correctamente demarcadas, al punto de que, con carpas, varios posadeños fueron tomándose días libres para guardarse un lugar que consideran privilegiado.
Pero estas cosas pasan sólo en el TC. Ninguna otra categoría genera tanto como la máxima. Fueron traumáticos los días previos a la confirmación, fue difícil sacar adelante una fecha que nació complicada desde la baja del principal sponsor, pero el tiempo de disfrutar del máximo show llegó. Además, el tiempo anuncia mucho sol durante el fin de semana, el mes recién comienza y todo, absolutamente todo está listo como para que sea una verdadera fiesta.
De candidatos, marcas, nombres, equipos, sanciones, toques, sobrepasos y demás, se empezará a hablar desde mañana, cuando los Ford, Chevrolet, Dodge y Torino empiecen a tocar la pista en la 7ª fecha del Turismo Carretera.
Los antedecentes agrandan la ilusión de Okulovich
Carlos Okulovich espera ansioso el inicio de la 7ª fecha de Turismo Carretera. En 2012, el obereño llegó a su mejor resultado, en el autódromo Rosamonte de Posadas, cuando ganó la serie y llegó 6º en la final. Un año después, con el mismo Torino del Maquin Parts Racing sueña con el triunfo ante su público, en el marco de la 7ª fecha.
El piloto nacido en Oberá llega con optimismo a esta nueva competencia, en la cual los autos volverán a utilizar las cargas aerodinámicas adicionales (splitter y alerón) que se quitaron para la carrera pasada, que se disputó en Termas de Río Hondo.
“Estoy con muchas ganas de que llegue el fin de semana y empezar a competir con el Torino ante el público de mi provincia. Siempre es una motivación extra tener una carrera en Misiones, además en 2012 me fue muy bien, podría haber estado en el podio”, comentó Okulovich.
Fuente: El Territorio.
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