San Martín de Tucumán logró anoche una victoria tan justa como necesaria para que vuelva a reinar la tranquilidad. Luego de una semana “caliente”, que tuvo desde la eliminación de la Copa Argentina hasta la banca de los referentes a Diego Flores, San Martín de Tucumán estaba obligado a ganar en La Ciudadela contra Patronato para no perderle pisada a los equipos de arriba. Y así fue.
El desarrollo del partido demostró que todavía debe mejorar en la generación de juego y sobre todo en la definición, pero los goles de Nahuel Banegas y del misionero Gonzalo Klusener le sirvieron para calmar de manera momentánea las exigencias del hincha que había despedido al equipo en el entretiempo con una lluvia de silbidos.
El “11” que venía saliendo prácticamente de memoria no respondió en Ezeiza ni en Santa Fe. Por este motivo, Flores buscó revertir el mal momento futbolístico con los ingresos de varios referentes, algo que se pedía hace bastante en las tribunas de Bolívar y Pellegrini.
Gonzalo Rodríguez, Pablo Hernández y Juan Orellana jugaron de movida y le aportaron un poco de versatilidad al “santo”.
“Turbo”, que integró el equipo titular por primera vez desde su retorno al club, aportó velocidad y, junto a Gustavo Abregú, fueron los dos que más ganas demostraron por torcer el rumbo del equipo.
No obstante, Juan Cuevas también colaboró con lo suyo. Su remate más claro se fue besando el palo derecho de Julio Salvá. Pero además el “10” hasta recuperó una pelota que parecía perdida y habilitó a Junior Arias, que no tuvo su mejor noche y falló.
El uruguayo sigue con la pólvora mojada y eso quedó evidenciado sobre el cierre de la primera mitad. No logró controlar de cara al arco, Emiliano Purita se la robó con lo justo y eso generó el fastidio de los hinchas.
En ese sentido, los de Paraná también avisaron con un remate de Purita y un posterior cabezazo de Franco Coronel, que el indiscutible Darío Sand desvió al córner con una doble tapada genial.
Sin goles para ambos lados, San Martín volvió a demostrar que le sienta mejor los complementos. En ocho minutos, el “santo” convirtió el primero de la noche a través de la pelota parada, uno de los mejores atributos que esbozó en el torneo.
Un centro de Cuevas fue desviado por la cabeza de Gustavo Turraca y la bola le quedó servida a Banegas. El lateral, que venía de marcar dos contra Almirante Brown, volvió a tener una destacada actuación y alcanzó los 10 tantos desde que llegó a La Ciudadela.
Con el marcador a su favor, el “santo” ganó en serenidad, pero también sufrió. Una desatención en el fondo provocó que Sand deba salir rápido para achicar con sus dos piernas.
Con su intervención vital, generó la euforia necesaria para ir a buscar el segundo. Los 40 años de Klusener demostraron ser sólo un número porque sigue vigente. Nuevamente ingresó desde el banco y convirtió el 2 a 0 con un potente cabezazo (estaba adelantado), también a la salida de una pelota parada.
Es cierto que San Martín debe mejorar, pero volvió a ganar de local (no lo hacía desde hace un mes) y eso hoy es lo que más importa.
Fuente: La Gaceta.
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